Ya sea comprando una casa, renovando la antigua lavadora, realizando pagos diarios a través de la tarjeta o pidiéndole prestado a un amigo prometiéndole pagarle en la quincena, el financiamiento forma parte de nuestra vida cotidiana. Por ello es necesario aprender a gestionarlo, es decir, a identificar las diferentes opciones existentes, reconocer cuando es recomendable usar una u otra, así como saber escogerlas en base al costo de financiamiento y el plazo del mismo, buscando salvaguardar en todo momento la salud de tu flujo de efectivo y de tus finanzas personales.
Adicional a las habilidades de ahorrar y de generar ingresos, la habilidad de gestionar el financiamiento – créditos y préstamos los más comunes – es uno de los ejes necesarios para alcanzar la libertad financiera, ya que representa el mecanismo para la adquisición de bienes costosos como casas y autos, para aprovechar promociones que dan casas comerciales, o para impulsar tu negocio entre muchos otros beneficios. Pero a diferencia del ahorro o la generación de ingresos, el financiamiento requiere mayor cuidado y preparación, ya que el uso de estos instrumentos conlleva el riesgo de acabar ahogado por las deudas, lo cual ha sepultado las finanzas de muchas familias.
Es algo así como las aldeas, pueblos y ciudades que al rededor del mundo habitan en las faldas de los volcanes. No hay tierra más fértil que aquella donde en el pasado se han asentado cenizas volcánicas… y no hay demostración del poder de la naturaleza más devastador que una erupción volcánica. Todo aquel que vive a la sombra del volcán corre el riesgo de ser sorprendido por una erupción… pero la riqueza de los suelos, la baja frecuencia de las erupciones a nivel global y la posibilidad de monitorear a los colosos hacen que millones de personas enfrenten el riesgo.
Debido a lo amplio del tema, este artículo es el primero de una serie en la cual les presentaré las principales opciones de financiamiento, cuando usarlas, quienes las otorgan y en qué debes fijarte al momento de adquirirlas, entre ellas:
- El préstamo, dinero para utilizar en lo que requieras.
- El crédito, compre, use o disfrute ahora y pague después.
- El crédito revolvente
- Las sociedades de inversión
Finalmente les dejo algunos conceptos y reglas generales que no deben pasarse por alto si se desea explotar los beneficios del financiamiento reduciendo lo máximo posible los riesgos del mismo:
- El Costo de Financiamiento. Es lo que te cuesta el dinero, es decir, la utilidad que se llevará la persona, comercio o institución por otorgarte dinero para adquirir productos o servicios o llevar a cabo tus proyectos, la cual se define usualmente a través de una tasa de interés. Es importante no olvidar que al interés hay que sumarle los impuestos generados por el mismo.
- El Costo Anual Total es una herramienta que busca presentarte en términos porcentuales el costo total del financiamiento, de forma que puedas comparar las diferentes opciones de forma objetiva. Para aprender más sobre esta herramienta te recomiendo el artículo El Costo Anual Total (CAT) – Que es, para que te sirve y calculadoras para obtenerlo.
- El Plazo del Financiamiento es el tiempo transcurrido entre tu aceptación del financiamiento (dependiendo del instrumento pudiera ser la compra del bien, la entrega de los recursos, o la firma de un contrato) y la fecha en que te comprometes a pagarlo.
- La Forma de Pago la cual varía de forma importante entre los diferentes instrumentos, teniendo desde aquellos en donde pagas el total del adeudo al final del plazo, pasando por aquellos donde vas realizando abonos hasta saldar tu deuda en el plazo establecido, hasta aquellos en los que realizas pagos periódicos sin tener una fecha definida para saldar completamente tu adeudo.
- El Importe de los Pagos, es decir, lo que debes abonar periódicamente a tu adeudo o lo que deberás pagar para saldarlo al final del período. Este punto es crítico ya que, antes de adquirir el adeudo, debes revisar tu presupuesto para confirmar que tendrás la disponibilidad de recursos para realizar cubrir los abonos y pagos comprometidos.
- La Salud de tu Flujo de Efectivo. Este es sin duda tu principal indicador para ayudarte a evitar que termines ahogado por las deudas. ¿Recuerdas que decía al principio que los vecinos de los grandes volcanes tienen instrumentos para monitorear a los colosos de fuego? Pues el Flujo de Efectivo es nada menos y nada mas que el instrumento que te ayudará a ti a evitar quedar atrapado por la erupción del volcán. Sugiero te tomes el tiempo para leer el artículo La importancia del flujo de efectivo.
Las reglas son sencillas:
- Siempre escoge aquella opción de financiamiento que represente el menor costo, con pagos lo suficientemente bajos para que no afecten tu flujo de efectivo, y dentro del plazo más corto posible para disminuir riesgos futuros.
- Nunca utilices financiamiento porque no tienes el dinero. De ser tu caso, esfuérzate por generar ingresos adicionales a los actuales antes de decidir endeudarte.
- Antes de adquirir una nueva deuda, consulta tu presupuesto y flujo de efectivo durante el plazo del financiamiento, de forma que sólo la adquieras si hay una seguridad razonable de que podrás pagarla.
Nos vemos en la próxima entrega de la serie, donde nos centraremos en los préstamos. ¡Éxito!
¿Has tenido alguna experiencia de financiamiento que quisieras compartir? ¿O hay alguna otra opción de financiamiento que te gustaría añadiéramos a la serie? Déjanos tus comentarios.
Si te gustó este artículo y te pareció de utilidad, te invitamos a suscribirte – es gratis – para que recibas los próximos artículos directamente en tu cuenta de correo. Estamos seguros que serán de tu interés.
Temas relacionados
- ¿Por qué cuesta tanto trabajo ahorrar?
- La habilidad de generar nuevos ingresos
- Qué hacer cuando lo que tienes que pagar es más de lo que ganas
- Serie: Estrategias de Uso de Tarjetas de Crédito
FELICITACIONES POR SU ARTICULO