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Convierte el esquema de puntos de tu Tarjeta de Crédito en un ingreso adicional

Mauricio Priego 14/Sep/2011 0

Debido a la competencia entre bancos y comercios para posicionar sus tarjetas de crédito entre la población y estimular su uso, han enriquecido sus tarjetas con diferentes productos que representan un valor agregado para sus clientes. Seguros, servicios de asistencia, líneas de emergencia y planes de lealtad han llegado a convertirse en un estándar en el mercado del crédito. De todos ellos, el programa de lealtad basado en puntos puede convertirse en una herramienta para generación de rendimientos a través del uso de tu tarjeta, en un instrumento que te paga intereses como si en lugar de estar adquiriendo productos o servicios, estuvieses ahorrando.

Parte III. Convirtiendo los puntos en un esquema de rendimiento




Si bien cualquier persona esperaría tener rendimientos en una cuenta de ahorro, no es frecuente encontrar a quien pretenda tenerlos en su tarjeta de crédito. Sin embargo, es una oportunidad que muchos tarjeta-habientes tienen a su disposición con la única condición de cambiar su paradigma y seguir una estrategia con disciplina, respetando la condición fundamental de sólo usar la tarjeta cuando se tiene el dinero para pagarla preservándolo hasta el día de pago, de preferencia, en una cuenta de ahorro (cuenta acumuladora).

Para hacer posible la generación de dicho rendimiento, contrata aquellas tarjetas que te dan puntos canjeables por dinero en efectivo o con las que puedes pagar directamente en comercios por productos o servicios. Y claro, entre más puntos te den por tu dinero, mejor. Las tarjetas que te dan millas o kilómetros, y aquellas en que sólo puedes cambiar tus puntos por regalos específicos que te ofrece en un catálogo la emisora, pueden seguir una estrategia análoga requiriendo de mayor tiempo, paciencia  y visión para lograrlo.

Cómo los programas de lealtad pueden generarte un rendimiento

Los sistemas de recompensas basados en puntos son, en origen, programas de lealtad que buscan que el cliente utilice de forma asidua la tarjeta ofrecida por el banco o comercio, es decir, que el cliente, en vez de utilizar varias tarjetas, dé preferencia a la emitida por el banco o comercio en cuestión para así conseguir el mayor número de puntos posible. En el caso de los programas cuyos puntos tienen un valor monetario – opción disponible únicamente en algunos bancos -, un porcentaje de cada compra del cliente se convierte en puntos, y un porcentaje de esos puntos se convierte en dinero susceptible a ser utilizado por el tarjeta-habiente para pagar en establecimientos y comercios cual si fuese una tarjeta de crédito, llegando algunos bancos inclusive a permitir su retiro vía cajeros automáticos.

De esta forma vemos en su esquema más difundido, que el 10% de la compra se convierte en puntos, y el 10% de los puntos, en efectivo… Es decir, que el banco te da un rendimiento del 1% por cada compra o pago de servicio que realices. Quizá en este momento pienses “¿Un 1%? ¡Es ridículo! ¿Para qué me serviría?”. Sin embargo analízalo a fondo: Las cuentas de ahorro a la vista bancaria están dando entre un 1% y un 2% ¡al año!, es decir, si tú tienes $1,000 en el banco obtienes, en el transcurso de todo un año entre $10 y $20, ¡y con el sistema de lealtad obtienes $10 por esos mismos $1,000 en el instante que realizas una compra o pagas algún servicio! Interesante, ¿Verdad? Como te decía al principio, todo es un cambio en tu visión, encontrándose por tanto al alcance de cualquiera que esté dispuesto a abrir su mente a las posibilidades.

Y un dato adicional: como mecanismo de promoción, algunos bancos ofrecen a comercios, restaurantes y hoteles la posibilidad de ofrecer a sus cliente puntos dobles o triples (es decir, dos o tres veces más de lo normal) por comprar en ellos, lo cual se convierte para ti en rendimientos, por acudir a ellos siguiendo la promoción, también dos o tres veces mayores.

Estrategia para que los programas de lealtad trabajen para ti

  • Al seleccionar una tarjeta de crédito, da preferencia a aquellas que tengan un programa de lealtad donde los puntos generados puedas convertirlos en dinero o, cuando menos, puedas pagar productos y servicios con ellos.
  • Evita canjear los puntos a la primera oportunidad ya que de esta manera diluyes el efecto del rendimiento, procurando hacerlo cuando ya tengas alguna cantidad significativa. Recuerda que son un ingreso que de cualquier modo no está contemplado en tu presupuesto personal o familiar.
  • Es importante que canjees tus puntos cuando menos una vez en el año, ya que en muchos de los programas los puntos tienen vencimiento no siendo la idea perderlos.
  • Recuerda dar preferencia al canje a través del cajero automático, ya que de esta forma retiras directamente el dinero producto de la estrategia.
  • En el caso del canje vía pago con los puntos de productos y servicios, lo ideal es que pagues algo que ya hubieses considerado en tu presupuesto personal o familiar, por ejemplo las compras del súper para tu casa. La idea es que al pagar con los puntos, puedes disponer del dinero que tenías previamente presupuestado para otros objetivos.
  • Lo ideal, claro está, es que el dinero obtenido a través del canje de puntos lo utilices para incluir en tus ahorros, de preferencia en tu fondo personal de ahorro. De esta manera tu fondo crecerá aún más rápido que con sólo el rendimiento (intereses) que te pague tu cuenta y tus aportaciones vía tu presupuesto personal.
  • Usa tu tarjeta para pagar los máximos productos y servicios posibles, recordando en todo momento hacerlo siempre y cuando tengas el dinero para pagarlo de forma oportuna a tu tarjeta antes de que te cause intereses.
  • Esta estrategia, si bien da buenos resultados por sí sola, incrementa de forma interesante el rendimiento obtenido a través del aprovechamiento del financiamiento a corto plazo que tienen las tarjetas de crédito y que veíamos en el artículo anterior.
  • No olvides las reglas de oro para el buen uso de tu tarjeta de crédito
    • Sólo compra con tu tarjeta aquello que sabes tienes el efectivo para pagarlo
    • Procura evitar utilizar tu tarjeta como medio de financiamiento para enfrentar emergencias
    • Sé prudente al utilizar facilidades de pago como pagos fijos, pagos postergados y meses sin intereses, ya que impactan tu flujo de efectivo futuro. Siempre revisa tu presupuesto antes de comprometerte a esos pagos.
    • Recuerda que tener finanzas personales sanas significa que tienes la capacidad de pagar al banco o comercio el total de tu saldo al momento del corte de tu tarjeta, sin afectar con ello tu flujo de efectivo

Esta es una estrategia sencilla de utilizar y que en sí misma no tiene riesgos adicionales a los que tiene implícito el uso de la tarjeta de crédito. Con un poco más de pericia y experiencia se puede sacar aún mayor provecho de esta estrategia si incluyes los programas de lealtad que han implementado cadenas de supermercados, farmacias o cines. Muchos de ellos también te dan puntos que después puedes utilizar para pagar en esas mismas cadenas… Considerar estos puntos para generar un rendimiento mayor por tus compras según veíamos, o utilizarlos para premiar a tu familia o a ti mismo por tus esfuerzos, es tu decisión. Recuerda: no solo de pan vive el hombre.

¡Éxito!

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