fbpx

Tu Plan Personal de Respuesta ante Emergencias

Mauricio Priego 03/Sep/2012 2

Tu Plan Personal de Respuesta ante EmergenciasEn el artículo anterior platicamos acerca del Fondo de Emergencias, sobre cómo crearlo y cómo distribuirlo entre diferentes cuentas de ahorro e inversión, buscando equilibrar la necesidad de tener liquidez (acceso al dinero en efectivo) ante una emergencia, con la necesidad de protegerlo de la pérdida de poder adquisitivo derivada de la inflación. Pero seamos honestos. Ante la diversidad de eventos que pueden afectarte a ti y a tus seres queridos, es claro que difícilmente podrás alcanzar un ahorro que te permita hacer frente a toda situación que se te pudiera presentar, siendo este el motivo por el que el Fondo de Emergencias es realmente una parte importante de una estrategia más grande: tu Plan Personal de Respuesta ante Emergencias.




Las situaciones de emergencia, los desastres (accidentes, fenómenos naturales), las crisis de distinta índole, son parte de la vida. A Dios gracias las realmente graves no son muy frecuentes, pero ninguno estamos libres de la posibilidad de que algún día nos veamos afectados por alguna situación crítica. Y no por ello hay que vivir atemorizados o preocupados: La vida está llena de momentos que por sí solos hacen que valga la pena vivirla, compensando con creces los riesgos que conlleva el diario vivir. Lo que hay que hacer es tratar de estar preparados, para lo cual te propongo estos 5 puntos:

1. Esfuérzate por generar y mantener tu Fondo de Emergencias según vimos en el artículo anterior.

2. Ten a la mano una lista de posibles Ingresos de Emergencia con los cuales puedas enfrentar la necesidad de tener dinero más allá de lo que puedas tener ahorrado en tu fondo. El fondo es para poder reaccionar de forma oportuna ante la emergencia, pero si ésta – o sus consecuencias – se extiende en el tiempo, es muy posible que el fondo no sea suficiente.

3. Considera tener un Fondo de Pérdida de Ingresos (Desempleo o quiebra de tu negocio), el cual es recomendable que represente 3 meses de tus ingresos mensuales y el cual te sugiero tenerlo en una cuenta cuyo vencimiento u horizonte de inversión no rebase un mes. Ahora bien, existen muchos autores que unen el Fondo de Emergencias con el de Pérdida de Ingresos como si fueran uno solo. En general es también una buena idea, pero prefiero en lo personal considerarlos por separado:

  • Sus objetivos son distintos: El Fondo de Emergencia es para tener efectivo cuando lo necesites, mientras que el Fondo de Pérdida de Ingresos es para poder subsistir en lo que encuentras un nuevo trabajo… tiempo durante el cual podrías tener una emergencia.
  • Es posible contratar seguros de desempleo que cubran este punto. Es más, existen Fondos de Inversión y algunas tarjetas de crédito que contemplan entre sus beneficios un seguro de desempleo sin costo.
  • Sobre esto último, una advertencia: En el caso de financiamientos, en muchas ocasiones el seguro de desempleo – que llega incluso a ser obligatorio como condición para la autorización del crédito/préstamo – tiene como objetivo cubrir tu saldo deudor, con lo cual te entregarían, de ser el caso, únicamente lo que quedase después de saldar tu deuda.

4. Procura contratar Seguros que cubran aquellos riesgos a los que estés expuesto y que puedan dañar severamente tus finanzas en caso de ocurrir. En lo personal recomiendo que por lo menos tengas los siguientes:

  • Tu automóvil. El seguro contra daños a terceros (a su persona, autos o propiedades) es imprescindible, considerándose como obligatorio en muchos lugares. Sin embargo, es preferible contratar un seguro de cobertura amplia ya que protege también a tu propio coche así como a los ocupantes de tu vehículo al momento del accidente. Existen otros beneficios adicionales, cuya inclusión influye en el costo de las primas a pagar.
  • Tu casa. El tener un techo seguro al cual llegar por las noches y cobijar a tu familia no tiene precio. Temblores, huracanes, inundaciones, incendios o conductores ebrios pueden dañar su estructura. Ladrones, rayos, corto circuitos, niños pequeños o personas mayores pueden dañar – o robar – tus pertenencias. Algunos de ellos cubren incluso accidentes domésticos de moradores y visitantes (incluidas las personas contratas para llevar a cabo la limpieza). En caso de adquirir tu casa o departamento a través de un crédito, es casi seguro que entre tus mensualidades se incluye el pago de un seguro de este tipo.
  • Daño a terceros en sus propiedades. El seguro RC (Responsabilidad Civil) es un seguro usualmente muy económico y que cubre los daños que hagas a terceros como pueden ser lentes rotos en un partido de futbol, el panorámico de un auto por un batazo de baseball, ventanales, copas de cristal… Algunos seguros de casa son llamados patrimoniales e incluyen un inciso de RC para los habitantes de la casa.
  • Seguro de vida. Algo que he observado y que encarece mucho estos seguros, es que hay personas que contratan coberturas millonarias cual si desearan volver ricos a sus beneficiarios con su muerte. Lo recomendable es contratar una cobertura que de tiempo a tu familia para rehacer su vida, con un equivalente a unos 2 0 3 años de tus gastos actuales contemplando la inflación. Considera también que muchos centros laborales incluyen entre las prestaciones para su personal un seguro de vida, además de que muchos de los financiamientos que pudieras contratar con bancos y financieras seriamente constituidas lo incluyen, lo cual es muy útil para los primeros meses después del deceso.
  • Tu salud. A diferencia de los anteriores, un seguro de gastos médicos mayores llega a ser muy costoso, pero la buena noticia es que puedes cubrir tus gastos médicos a través de programas estatales de salud (En México, el IMSS, el ISSSTE o el Seguro Popular). Ahora bien, si hoy cuentas con un seguro de gastos médicos ya sea como prestación de tu trabajo o porque lo hayas contratado, no dejes de procurar encontrarte adscrito a un programa estatal: enfermedades no cubiertas, pérdida de tu fuente de ingresos, incremento en el costo de las primas… cualquiera de ellos es motivo suficiente para mantenerte afiliado a alguno de ellos.

No incluyo seguros dotales o para el retiro ya que la vejez no es un riesgo ni una emergencia, sino una realidad que planear. Por tanto, la mejor práctica es tenerla presente como parte de tus estrategias de ahorro e inversión.

Otra observación: En ocasiones tendrás que pagar deducibles y coaseguros. En otras, te verás en la necesidad de pagar los gastos de la emergencia para que posteriormente te los reembolse el seguro. En todos estos casos no dudes en usar tu fondo de emergencias. ¡Para eso es! Sólo procura que en cuanto te reembolse el seguro, restituyas el dinero al fondo.

5. Pregunta en el ayuntamiento de la ciudad donde vives acerca del programa de Protección Civil. Conociéndolo sabrás cuales son los principales riesgos que podrían afectarte (puedes llevarte sorpresas), qué debes hacer para estar preparado, te darán consejos importantes (como tener definido un punto de encuentro, canales para mantener comunicada a tu familia) y te dirán qué hacer antes, durante y después de que ocurra una situación de emergencia que afecte a tu comunidad. Si la ciudad donde vives no tiene un programa de este tipo, solicítalo al gobierno del estado o de de tu país.

Si bien hay emergencias ante las que puedes prepararte (la venida de un huracán se anticipa con varios días, por ejemplo) la mayoría de ellas ocurren de forma inesperada. Es por ello que si bien en muchas ocasiones no podrás evitarlas, lo que sí puedes hacer es estar preparado, lo cual forma parte de la segunda de las habilidades financieras necesarias para alcanzar la tranquilidad y aún la independencia financiera: La habilidad de planear.

Recuerda: El punto más importante de cualquier plan de atención a emergencias siempre será no tomar riesgos innecesarios.

¡Éxito!

¿Tienes otras estrategias que te han dado buen resultado? ¿Has tenido alguna experiencia que quisieras compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Déjanos tus comentarios, los cuales enriquecen a todos aquellos que lean este artículo.

Si te gustó este artículo y te pareció de utilidad, te invitamos a suscribirte sin costo para que recibas los próximos directamente en tu cuenta de correo. Estamos seguros que serán de tu interés. También te invitamos a dar clic en Me Gusta de Facebook y +1 de Google.

Artículos relacionados

2 Comentarios »

  1. Bernardo Balvanera 06/Sep/2012 en 11:35 am - Responder

    Excelente artículo Mauricio.

    Bien dice el dicho: el sentido común es el menos común de los sentidos.

    Desgraciadamente es una cultura de la que carecemos muchos: ahorrar para emergencias.
    Con tu permiso, me voy a permitir contar una pequeña historia de lo que viví hace poco mientras hacía fila para enviar un dinero a otra ciudad a una persona que no contaba con ningún servicio financiero.

    Mientras estaba en la fila en una tienda de electrónicos, que además ofrece préstamos personales, una representante se me acercó ofreciéndome un préstamo personal mientras me ofrecía un folleto. Ella me explicaba que se trataba de un préstamo personal hasta de cinco mil pesos, para los cuales no me pedían aval ni comprobante de ingresos y por si fuera poco, por esos cinco mil pesos tan solo pagaría tres mil pesos más al final de mis pagos que serían diferidos durante 52 semanas. Haciendo un poco de matemática mental determiné que era un préstamos con un 60% de interés. Le respondi a la señorita que definitivamente no necesitaba yo un préstamo y que además, era dinero muy muy caro, a lo que ella respondió que no lo era tanto y sin embargo, ese préstamo podría ayudarme en una emergencia. Me llamó mucho la atención las tácticas que usan para ofrecer este tipo de productos, ya que como mencioné, al carecer muchos de nosotros de la cultura de ahorrar para emergencias, supongo que mucha gente ve en este tipo de préstamos una alternativa segura para afrontar sus emergencias en lugar de ahorrar.
    Esto no solo resulta en dinero caro, sino que al utilizarlo para una emergencia donde no tenemos recursos propios para afrontar, caemos mas y mas en el círculo vicioso del endeudamiento y terminamos pidiendo préstamos para pagar otros préstamos.

    Por otro lado, he escuchado a muchos amigos y familiares decir que tienen tarjeta de crédito solo para emergencias, sin darse cuenta que el simple hecho de tener la tarjeta y no usarla causa un gasto llamado anualidad, ademas de que utilizar dinero que no es tuyo justo cuando no tienes dinero es la peor manera de utilizar una tarjeta de crédito como ya se ha mencionado en este blog y, por si fuera poco, también resulta en dinero muy caro.

    En fin. Estos pensamientos son reflejo de esta cultura que tanto nos hace falta.

    Muchas gracias por compartir esta información con tus lectores y sobre todo, explicar las razones detrás de ello.

    Un saludo desde Aguascalientes.

    • Mauricio Priego 08/Sep/2012 en 11:11 am - Responder

      Bernardo, gracias por compartir tu experiencia.

      Tienes razón: yo también he escuchado ha personas afirmar que tienen su tarjeta de crédito «sólo para emergencias» así como hasta a propaganda de bancos ofreciendo préstamos personales para enfrentar emergencias. Y no es que esté en contra de utilizar estos medios de financiamientos en situaciones extremas, pero sí es importante tener claro que deben ser la última opción por su alto costo, la realidad de que debes devolverlo, los problemas de liquidez que traen consigo, etc.

      Me quedo con tu afirmación: Utilizar dinero que no es tuyo justo cuando no tienes dinero, te lleva a a caer más y más en el círculo vicioso del endeudamiento. Es por ello que debemos estar financieramente preparados para las emergencias.

      Te mando un fuerte abrazo desde el Mayab

Deja un comentario »