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Provisión de gastos: Planeando para evitar deudas y sobresaltos

Mauricio Priego 21/May/2012 0

Provisión de gastos: Planeando para evitar deudas y sobresaltosEn muchas ocasiones, al elaborar el presupuesto personal o familiar, lo que se hace es dividir el dinero recibido o que se planea recibir entre los diferentes gastos que se tienen, existiendo períodos en los que los gastos se elevan de forma importante por el efecto de pagos periódicos altos como son el pago de la hipoteca de la casa (mensual), la luz (bimestral) o los útiles escolares (anual). Al elaborar el presupuesto de esta forma, es frecuente que nos enfrentamos a períodos en los que no se tienen los ingresos suficientes para cubrir estos gastos no constantes, haciendo entonces uso de la tarjeta de crédito o de préstamos de amigos y familiares buscando con ello alcanzar el fin de quincena, con lo cual provocamos que se vea disminuido nuestro flujo de efectivo futuro al tener que incluir entre los gastos el pago de esta nueva deuda. Esto puede evitarse desde la elaboración misma del presupuesto, ya que si planeamos previendo estos gastos periódicos, podemos distribuir su costo entre diferentes períodos de cobro (quincenal, catorcenal, semanal) de forma que nuestros ingresos se distribuyan de forma homogénea en cada período. ¿Cómo hacer esto posible? A través de una estrategia sencilla: provisionar tus gastos.




Las Provisiones

Una provisión no es más que separar de tu ingreso una parte del dinero que necesitas para cubrir un gasto previsto futuro, siendo por tanto una forma de ahorro. Veamos algunos ejemplos:

  1. Pagas $2,000 de renta de tu casa cada mes y cobras de forma quincenal. Al tener dos períodos de cobro, puedes provisionar en tu primera quincena $1,000 y así en la segunda sólo tienes que tomar $1,000 más.
  1. Revisando tus recibos de luz determinas que tu pago promedio bimestral es de $700. En esta ocasión tienes 4 períodos de cobro, con lo cual podrías provisionar durante 3 quincenas $175 (700/4), requiriendo únicamente $175 en la quincena que te toca pagar la luz para cubrir su pago.
  1. Calculas que para comprar los útiles escolares de tu hijo para el próximo período escolar necesitarás $2,500.00 los cuales planeas comprarlos en agosto antes del inicio de clases. Si comenzaras en esta primera quincena de mayo, te quedan cuando menos 6 quincenas para distribuir este gasto, con lo cual podrías provisionar $417 quincenales. Y si la provisión la hicieses desde que inicia el año escolar en septiembre, entonces tendrías 20 quincenas, donde cada provisión sería de $125.00

Si lo observas bien es algo así como pagar a meses sin intereses, con la diferencia de que en vez de estarle pagando al banco las mensualidades correspondientes por algo comprado en el pasado, estas separando el dinero para el gasto futuro.

Beneficios

  • Evitas tener períodos con pagos desmesuradamente altos que ponen en peligro tu flujo de efectivo;
  • Al depositar el dinero en tu cuenta de ahorro, incrementas el capital sobre el que se te calcularán los intereses, con lo cual recibirás un rendimiento mayor por tu dinero;
  • Llegado el momento de realizar el gasto, tienes la posibilidad de pagar en efectivo y con ello aprovechar promociones y descuentos por pago en efectivo que hubiese disponibles;
  • También es posible que al momento de realizar el pago exista la posibilidad de hacerlo a meses con intereses, con lo cual podrías mantener tu dinero en tu cuenta de ahorro e ir sacando poco a poco lo que requieres para pagar cada mensualidad, con lo cual la institución financiera te pagará más intereses.

Consideraciones

  • La estrategia da buenos resultados siempre y cuando seas disciplinado y no tomes el dinero provisionado para fines distintos a los planeados;
  • Muchos de los pagos es posible que varíen con el tiempo (caso de la luz y los útiles escolares), por lo que es posible que el último pago tenga que ser mayor a la provisión calculada… pero el efecto en tu presupuesto siempre será menor a que si tuvieses que absorber en un solo período la totalidad del gasto;
  • También es posible que al final tuvieses que pagar menos de lo planeado, con lo cual puedes mantener el excedente ahorrado para cubrir un posible faltante el día de mañana (caso de la luz, donde en invierno se paga menos que en verano), o bien utilizar el excedente para cubrir otras necesidades;
  • Procura mantener tus provisiones ahorradas en una cuenta de ahorro o inversión distinta a tu cuenta eje, es decir, aquella en donde normalmente manejas tu dinero para el día a día y de donde retiras en los cajeros automáticos cuando necesitas efectivo. Esto para ayudarte a evitar que tomes el dinero provisionado de forma accidental… o aún consciente.
  • De ser posible, pide que éstas provisiones te sean retenidas directamente de tu pago de nómina y depositadas en tu cuenta de la caja de ahorro de tu empresa, o bien, que el banco donde recibes tu pago de nómina te lo transfiera de forma automática a una cuenta de ahorro distinta a tu cuenta eje;
  • Requieres identificar en tu cuenta de ahorro cómo está conformado el saldo de la misma, lo cual puedes realizar de forma sencilla anotando en una libreta u hoja de cálculo cada depósito o retiro que realices por cada una de las provisiones que manejes;
  • Otros gastos que también podrían provisionarse son: Televisión por cable, servicio de telefonía e Internet, plan de tu teléfono celular o del paquete de datos de tu dispositivo móvil, mensualidad de tu automóvil, colegiaturas, pago de la prima anual – son más baratas que las semestrales o mensuales – de tus seguros (hogar, auto, gastos médicos, vida), mantenimiento preventivo de tu auto, impuestos por tu casa, inscripciones escolares entre muchos otros.
  • Ahorros como el Fondo de Emergencias (dinero que separas de tu sueldo para afrontar un imponderable), Fondo de gastos médicos (para médicos y medicinas por catarros, infecciones y otras enfermedades menores), o cualquier otro fondo que generes para enfrentar gastos no contemplados, son en realidad provisiones en las cuales no tienes una fecha ni un importe específicos. Por lo mismo, considéralos provisiones de corto plazo.

Dónde depositar tus provisiones

  • Para provisiones de muy corto plazo (un mes o inferiores), deposita tu dinero en una Cuenta de Ahorro a la Vista ya que necesitas liquidez inmediata. En estos casos no te preocupes tanto por los rendimientos ya que usualmente el interés es muy bajo, aunque recuerda que las cajas de ahorro empresariales normalmente tienen mejores rendimientos que las reguladas, y que las reguladas en muchas ocasiones tienen mejores rendimientos que los bancos.
  • Para provisiones de corto plazo (superiores al mes y hasta 3 meses) considera CETES (Certificados de deuda del gobierno federal), cuentas de Ahorro a Plazo Fijo, y Pagarés Bancarios. El orden en cuanto a mejores rendimientos suele ser Cajas de Ahorro Empresariales, CETES, Cajas Reguladas y Bancos.
  • Para provisiones de mediano plazo (entre 3 meses y un año) considera, adicionalmente a las anteriores, los Fondos de Inversión en Instrumentos de Deuda. Existen algunos de ellos que llegan a pagar rendimientos superiores a las Cajas de Ahorro Empresariales y a los CETES.
  • Al ser las provisiones dinero que seguramente utilizarás a lo sumo en el mediano plazo, no pongas en riesgo tus fondos depositando tus recursos en Acciones Bursátiles, Fondos de Renta Variable, Fondos de Cobertura o en general para utilizarlo en inversiones, por más seguras y jugosas que éstas parezcan. El horizonte de inversión para este tipo de instrumentos suele ser de largo plazo con un riesgo elevado.

Es posible que en un principio te parezca un poco difícil ajustar tu presupuesto para contemplar gastos futuros, y estoy seguro que habrá muchos que opinen que no tiene sentido preocuparse por gastos futuros si se está luchando por cómo cubrir los gastos presentes… o porque nadie puede garantizarte que vivirás ese futuro.

Sin embargo, la planeación es una de las habilidades necesarias para alcanzar la libertad financiera, y al ser una habilidad, podrás irla mejorando con la práctica. Empieza con unos cuantos gastos y ve ajustando tu presupuesto poco a poco… y sobre que nadie puede garantizarte que el gasto efectivamente deberás hacerlo, bueno, en el peor de los casos tendrías un ahorro disponible para lo que desees. Suceda lo que suceda, tú ganas.

¡Éxito!

¿Tienes otras estrategias que te han dado buen resultado? ¿Has tenido alguna experiencia que quisieras compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Déjanos tus comentarios, los cuales enriquecen a todos aquellos que lean este artículo.

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