Después de una semana de trabajo y estudios donde se pasa mayor tiempo en la oficina y el colegio que con la familia y amigos, el fin de semana se presenta como una oportunidad de convivencia. Sin embargo, muchas veces el sábado (en el cual gran parte de la población trabaja medio día) y el domingo son también los únicos días que se tienen para arreglar la casa, hacer compras y realizar actividades que no pueden realizarse entre semana precisamente por el tiempo absorbido por el trabajo y los estudios. Es así como se vuelve necesario tener salidas especiales, que rompan la rutina, que nos permitan vivir emociones diferentes integrándonos como familia y acercándonos como amigos. ¿Y que tal si esa salida fuese una aventura, una gran experiencia al aire libre, enriquecedora culturalmente, y además con un costo bajo? Pues bien, si bien México cuenta con un sinnúmero de opciones para hacer realidad diversos tipos de excursiones, hoy quisiera sugerirles mi favorita: las Zonas Arqueológicas.
Debido a su diversidad y riqueza, México fue antes de la llegada de los españoles asiento de diversos pueblos, muchos de los cuales llegaron a tener un nivel de organización social avanzado, con conocimientos matemáticos, astronómicos y de ingeniería que rivalizaban con muchos pueblos europeos de su tiempo. Olmecas, mayas, mexicas, mixtecos, zapotecos, purépechas, totonacas entre muchos otros, dejaron ciudades imponentes, bellos palacios y observatorios astronómicos que nos susurran, al visitarlos, acerca de la riqueza de nuestras raíces. Cada piedra labrada es un verso del gran poema que es nuestra historia precolombina…
- Ubica las zonas arqueológicas cercanas a tu lugar de residencia. Para ello puedes utilizar
- El mapa de zonas arqueológicas del INAH (Instituto Nacional de Arqueología e Historia) que, aún que faltan por completar algunas zonas, presenta reseñas de muchos de los sitios, cómo llegar, sus principales construcciones, horarios y costos de acceso,
- Mapa en google maps elaborado entre el INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática) y Google en actualización constante,
- Relación de zonas arqueológicas resguardadas por el INAH, con costos y enlaces a paseos virtuales, modelos 3D, exposiciones e información complementaria de interés;
- Los servicios de información de tu delegación o municipio, así como del gobierno de tu estado.
- Procura visitar la zona arqueológica en domingo o días festivos, ya que el acceso es gratuito para los visitantes nacionales. No olvides llevar tu credencial de elector o alguna otra identificación para identificarte como ciudadano mexicano.
- Busca en Internet información sobre el sitio que vas a visitar: Es mucho más interesante la visita cuando se tiene información sobre sus construcciones y su historia, para lo cual usa el buscador de tu preferencia (google, yahoo, bing) y escribe el nombre de la zona que piensas visitar. Encontrarás mapas, leyendas, imágenes… En lo particular un mapa de la zona te podría ser de mucha utilidad, incluyendo puntos de encuentro por si se separan durante la excursión.
- Otra información importante es el tiempo estimado del recorrido, existiendo zonas que por su tamaño o importancia es muy difícil recorrerlas en un solo viaje, lo que te dará la oportunidad de realizar diferentes excursiones a la misma zona arqueológica.
- Realiza un presupuesto para la excursión ajustándolo a la cantidad de que dispongas en tu presupuesto familiar para paseos y diversiones: Consulta distancias a tu lugar de residencia, pueblos cercanos donde puedas comer (siempre será una buena idea completar la aventura arqueológica con otra gastronómica con comida típica de la región), el tipo de caminos que te llevan, el uso de carreteras de cuota, rutas de autobuses que te puedan llevar, la existencia de tours. No se te olvide incluir agua y alimentos.
- Lleva contigo una mochila de las que se cuelgan de la espalda (backpack) con botellas de litro a litro y medio de agua (calcula una por persona). Usualmente debe caminarse al aire libre, existiendo la posibilidad de subir a algunos de los templos y palacios, todo ello bajo el sol. Por ello el riesgo de deshidratación es alto volviéndose prioritario contar con líquidos a tu disposición. En la mayoría de los sitios arqueológicos no permiten introducir refrescos embotellados, pero no hay problema con el agua.
- Si buscas el mayor ahorro posible, lleva tus alimentos desde tu casa, dando preferencia a aquellos que ocupen el menor volumen posible y sean más resistentes a la falta de refrigeración. Una buena opción son los sándwiches, frutas ricas en fibra como la manzana o la jícama, frutos secos como el cacahuate, o las ensaladas a base de pasta.
- Compra un día antes en el supermercado el agua y lo que pienses comer durante el paseo o tienda de conveniencia de tu preferencia. Usualmente refrescos, agua y botanas son sensiblemente más caros en las zonas arqueológicas.
- Para tu comodidad y protección personal, lleva ropa holgada, zapatos cerrados que te sean cómodos no olvidando usar calcetines o calcetas, gorra con visera, en lugares de alta insolación solar usa playeras de manga larga, y en todos los casos, protector solar. Es recomendable llevar agua oxigenada, algodón y curitas a manera de botiquín, y, dependiendo de la región y temporada, algún repelente de insectos.
- Considera aprovechar el viaje y extender la aventura hacia pueblos cercanos, conventos, parques nacionales, playas, desiertos, grutas o cenotes. Esto enriquecerá enormemente el paseo y te permitirá conocer más las riquezas de este bello país, valorándolo con nuevos ojos.
- En algunas zonas arqueológicas hay espectáculos nocturnos muy bellos, algunos de ellos con actores humanos, otros con espectáculos multimedia, y otros más dejando a los propios templos y palacios ser los protagonistas de mágicos espectáculos de luz y sonido. En particular son famosos los de Uxmal (Yucatán), Edzná (Campeche), Tajín (Veracruz) y Teotihuacan (Estado de México).
- Por favor, no dejes basura en las zonas arqueológicas. Aún que veas botes de basura, por la cantidad de visitantes es comprensible que sean insuficientes. Regresa en tu misma mochila los envases y bolsas vacías y dispón de ellos entre tus residuos domésticos.
- Y por último, cuida las zonas arqueológicas. Respeta señalamientos, no subas a los templos si así se indica, no retires piedras del lugar… protege los vestigios arqueológicos. Algunas zonas tienen más de mil años, otras soportan condiciones climáticas adversas, y todas son sensibles a la destrucción humana, ya sea por ignorancia, diversión, irresponsabilidad, vandalismo, depredación o saqueo.
Una buena noticia: no en todos los casos hay que salir de la ciudad para visitar las zonas arqueológicas. Existen sitios arqueológicos dentro de muchas ciudades del país, por lo que no se requiere recorrer grandes distancias o invertir mucho tiempo para llegar a ellas, como son el Templo Mayor, Tlatelolco, Cuicuilco en la Ciudad de México; Akanké Yucatán, donde el templo maya es un vecino más de la plaza del pueblo, compartiendo con la iglesia católica; o los baluartes de Campeche o San Juan de Ulúa Veracruz, que aún no siendo precolombinos, son parte de la riqueza arqueológica de nuestro país.
Las zonas arqueológicas son tu herencia y parte del patrimonio cultural que heredarás a tu vez a tus hijos, ¡disfrútalas!
Este artículo fue publicado por primera vez en practifinanzas.com. Si tienes interés en compartirlo publicándolo en tu blog o página web (reblogging), por favor sigue esta liga.
¿Tienes alguna experiencia que quisieras compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Déjanos tus comentarios, los cuales seguramente enriquecerán a otros lectores. Si te gustó este artículo y te pareció de utilidad, te invitamos a suscribirte sin costo para que recibas los próximos directamente en tu cuenta de correo. Estamos seguros de que serán de tu interés. También te invitamos a dar clic en Me Gusta de Facebook.
- 10 Consejos para la elaboración de tu presupuesto
- El tiempo, tu más valioso recurso
- El RC: Cubriendo daños ocasionados por ti o tu familia sin desembolsar dinero
- Ideas y herramientas para reducir el consumo de gasolina de tu auto