El día de hoy acudí a un banco donde su personal expuso irresponsablemente la vida de quienes estábamos en la sucursal. Más allá de los servicios que brindan y las políticas internas que siguen a rajatablas, no arriesgar nuestras vidas debiera ser su principal prioridad.
Decidí compartir con ustedes mi experiencia ya que, más allá de señalar a las instituciones bancarias una grave brecha de seguridad, es también importante que nosotros, sus clientes, actuemos.
Mi experiencia
Acudí a la sucursal poco antes de apertura. Para el momento en que abrieron, éramos unas 10 personas haciendo cola para que nos atiendan en caja (Adicionalmente a otras más que esperaban la atención de algún ejecutivo).
Durante los cerca de 20 minutos de espera para que comenzaran a atendernos (Nunca voy a entender por qué tardan tanto en empezar a atender), llegó el camión de valores, entrando dos custodios, cada uno con rifle y pistola, 3 bolsas transparentes repletas de billetes, y otra más repleta de monedas.
Al entrar se dirigieron a la puerta que da acceso a cajas (Una doble puerta de seguridad), la cual está justo donde nosotros esperábamos y a un par de metros de la puerta que da a la calle.
La administradora de la sucursal tardó más de 10 minutos en atenderlos, tiempo en que los custodios tenían la mano en la empuñadura de la pistola y el dedo en el gatillo. Sí, dentro de su funda la cual colgaba del cinturón… Pero con el seguro de la funda desabrochado.
¿Por qué hablo de arriesgar nuestras vidas?
Tristemente México tiene muy altos niveles de inseguridad. Sólo en el pasado mes de octubre asesinaron a más 2,600 personas en nuestro país. Poniéndolo en contexto, es como si un multicinema, con 20 salas llenas, se incendiara y no sobreviviera nadie. Se consideraría una tragedia y sería titular en todos los noticieros, ¿Cierto?
Por otro lado, en YouTube sobran videos donde se ve cómo un atraco dura menos de 5 minutos (La mitad del tiempo que tardó el banco en atender a los custodios). Y también hay que considerar que, de ser el caso, los delincuentes entrarían de forma súbita, con las armas desenfundadas y por delante. ¿Qué haría los custodios? ¿Dispararles? Los clientes quedaríamos en medio de la balacera, mientras que la administradora, quien se tomó su tiempo para tomar y resguardar los valores, se hubiese encontrado segura detrás de puertas de seguridad y cristales blindados.
Recibir y resguardar las 4 bolsas llenas de dinero debería ser la prioridad. No por el banco, sino por la seguridad tanto de nosotros los clientes, como de su propio personal.
La respuesta del banco
Mientras los custodios esperaban, de una puerta de servicios salió una de las cajeras, café y dona en la mano, dirigiéndose a la puerta de seguridad del área de cajas. La intercepté para señalarle que los custodios llevaban más de diez minutos, y su respuesta fue:
Si gusta dígaselo usted a la administradora de la sucursal, que es quien recibe el dinero. Si se lo digo yo, se molesta.
¡Así como lo leen! Y, ¿Saben cuándo salió la administradora como para poder hablar con ella? En ningún momento de la hora que pasé en la sucursal.
Terminando mis operaciones solicité hablar con el responsable de la sucursal, quien me dijo lo siguiente:
Si desea puede hacer un escrito exponiendo su reclamo o solicitud. Yo no puedo hacer nada porque es sindicalizada, pero con su escrito, lo puedo escalar para que tomen medidas.
Sencillamente increíble.
Definitivamente hice el escrito ahí mismo, el cual me sellaron de recibido.
Lo que está en nuestras manos
Si observas una brecha de seguridad señálasela al banco, de manera formal, a través de un escrito. No nos rebajemos a la indolencia de este tipo de ejecutivos. Si hay que mejorar procesos, ¡Que lo hagan! Si es necesario capacitar y sensibilizar al personal, ¡Adelante! Pero no permitamos que no se sientan responsables de arriesgar nuestras vidas.
Nota: No pongo el nombre del banco ni la sucursal, para no dar ideas a la delincuencia. Mi escrito debiera ser suficiente… Siempre que haya llegado a la persona adecuada.
¡Éxito!