Hace un par de días escuché a una madre decir a su hijo: «¿Cómo que quieres invitar a tus amigos a la casa? Si quieres los invitamos al cine o a patinar, ¡pero no a la casa! Ellos tienen casas grandes y la nuestra es muy pequeña… ¡En la cocina, en lugar de muebles bonitos como ellos tenemos una vieja tabla de madera!…». Este diálogo me hizo reflexionar, y el fruto de esta reflexión es el artículo que hoy comparto con ustedes. La felicidad no es una meta por alcanzar sino la actitud que decides tener a lo largo del camino de vida, y esta actitud hunde sus raíces en el agradecimiento hacia tu pasado, en la valoración de tu presente y en la fe hacia tu futuro. Y lo más delicado es que esta actitud la reflejamos en nuestro diario vivir en nuestras reacciones, comentarios, decisiones, siendo que nuestros hijos están observando… y aprendiendo. Los niños normalmente no realizan observaciones filosóficas, no evalúan de forma crítica la información que reciben, simplemente la reciben y, si se repite de forma continua, la asimilan volviéndola parte de su vida.
Un niño pequeño, en su inocencia, no hace diferencia en los estratos sociales, aunque su privilegiada capacidad de observación le permite observar las diferencias. Esta observación suele llevar, tarde o temprano, a una de estas dos preguntas dependiendo del caso: «¿Por qué el sí puede o tiene, y yo no?«, o bien «¿Por qué él no puede o tiene?» Y si bien quizá llegue a realizar la pregunta a sus padres, son las actitudes de éstos los que darán la verdadera respuesta, siendo reforzada por la actitud hacia él que tengan los otros adultos y sus propios compañeros de juegos.
¿Y qué tiene que ver esto con la felicidad? Bien, el «por qué el sí y yo no» conduce a la frustración, mientras que la pregunta «¿Por qué el no?» casi inexorablemente se convierte en la afirmación «Porque No«. Y ojo: Estas dos actitudes son independientes del nivel económico. Mientras un niño cuya familia tiene recursos limitados quizá esté refiriéndose a que su amigo recibió más y mejores juguetes en navidad, es posible que aquel cuyo padre es un acaudalado empresario vea con tristeza que su padre no acudió a verlo, una vez más, a la presentación escolar, mientras que los de sus otros compañeros sí estuvieron presentes. Si no se tiene cuidado es fácil que el recelo, la envidia y el rencor hagan su aparición, lo cual impedirá a la persona ser feliz… y llevará infelicidad a quienes le rodean al menospreciarlos, atacarlos, sojuzgarlos, nuevamente de forma independiente al estatus económico de su familia.
¿Es posible evitarlo? Considero que sí, y está en nuestras manos.
Se agradecido con tu pasado.
Si observas con honestidad tu pasado, seguramente encontrarás personas que extendieron una mano amiga cuando lo necesitaste, personas que estuvieron ahí en los momentos difíciles, personas que te amaron. Es tu decisión sentir dolor por su partida o agradecimiento por el cariño, amistad y momentos de su vida que compartieron contigo.
Seguramente has pasado más de un momento difícil, siendo tu decisión recordarlos con rencor o sintiéndote agradecido por la fortaleza y experiencia adquiridas.
Igualmente entre tus recuerdos podrás encontrar momentos memorables, en los que disfrutaste de la vida, de la naturaleza, de tu trabajo, de quienes te rodeaban. Es tu decisión sumirte en la nostalgia o recordarlos sintiéndote agradecido y bendecido en cada uno de ellos.
Pero, ¿qué significa estar agradecido? Para mí es reconocer con humildad las gracias recibidas de otras personas, de Dios, de la vida misma, esforzándote por transmitir esas gracias llevando dicha a quien lo necesite.
Valora tu presente
No tiene nada de malo querer prosperar, querer dar lo mejor a tu familia, incluidos salud, educación, servicios, esparcimiento y bienes materiales. El problema es menospreciar lo que tienes hoy lo cual te lleva a sentir tristeza, angustia y frustración por lo que no tienes.
Si con tu esfuerzo has conseguido un auto usado con más de diez años de estar recorriendo las calles, condúcelo con orgullo: es el producto de tu esfuerzo.
Si lograste conseguir un lugar para que viva tu familia sin importar si es casa o departamento, si es propia o rentada, siéntete orgulloso de ella sin importar su tamaño: has dado protección a tu familia y un espacio a tu hogar.
Si hoy estás enfermo o desvalido, no te enfoques en lo que ya no puedes hacer, sino en lo que sí puedes. Todos conocemos a alguna persona que, a pesar de alguna incapacidad o desgracia, son ejemplo de vida para los demás.
Si tu trabajo te permite llevar pan a tu hogar, si has dado tu mejor esfuerzo en aquel torneo o partido, si estudiaste para aquel examen, si has hecho todo lo que está en tus manos, sin importar el resultado, ¡Siéntete orgulloso! Pero aclaremos: No hablo de ser conformista. Hablo de que el esfuerzo sincero que realizas merece ser reconocido: el éxito no consiste en no fracasar, sino en esforzarte y no rendirte en la búsqueda de tus objetivos.
Ten fe en el futuro
El futuro está en constante movimiento, y nada de lo que hagas hoy podrá darte control y certeza en los sucesos del mañana. Esta incertidumbre en el devenir es fuente de angustia para muchos, y quizá más para aquellos que predican el carpe diem: vivir el momento.
Lo único que podemos hacer respecto al futuro es ser congruentes, hacer lo que esté en nuestras manos hoy de acuerdo a nuestras creencias y principios para estar lo mejor preparados para el momento en el que mañana se convierta en hoy.
¿Quieres ser una persona sana? Haz ejercicio, cuida tu alimentación y aléjate de los vicios.
¿No quieres pasar penurias financieras? Ahorra para tu retiro, evita endeudarte, da educación financiera a tus hijos.
¿Quieres tener una vejez feliz rodeado de tus nietos? Inculca en tus hijos la tolerancia, el respeto y el valor de la familia predicando con el ejemplo… principalmente hoy que se ve en el divorcio uno de los más eficientes caminos para resolver los problemas conyugales.
Es cierto que a pesar de tu mejor esfuerzo puedes perder la salud por un accidente, la tranquilidad financiera por gastos médicos, y hasta ver como tu familia se disgrega, y por ello la felicidad es una decisión: está en tus manos vivir deprimido por lo que pudiera venir, o VIVIR cada día de tu vida, dando tu mejor esfuerzo y dejando en manos de Dios el futuro. Como dice el refrán: A Dios rogando y con el mazo dando.
En conclusión, el sendero que recorre tu vida puede verse obscurecido por las nubes del rencor, la frustración y la angustia, o verse iluminado por la sonrisa de aquellos a quienes llevas dicha, armonía y esperanza mientras recorres el sendero con agradecimiento, orgullo y fe en tu corazón. Es tu decisión.
No puedo concluir sin compartir con ustedes un último secreto: Es algo que me ayuda a recuperar la sonrisa en los momentos más obscuros de mi propio sendero cuando todo lo demás no ha dado resultado. Es una canción compuesta hace muchos años por un cantautor mexicano que, sin conocerme, me regaló la oportunidad de recargar cada día mi esperanza y fe en la vida. Y aunque sé que la posibilidad de que el compositor llegue a leer estas líneas es muy poca, José María Napoleón, GRACIAS.
Si te gustó este artículo y te pareció de utilidad, te invitamos a suscribirte sin costo para que recibas los próximos directamente en tu cuenta de correo. Estamos seguros que serán de tu interés. También te invitamos a dar clic en Me Gusta de Facebook y +1 de Google.
Artículos relacionados
- El secreto del viejito feliz
- El labriego que no encontraría la felicidad
- El hombre que alcanzó la riqueza
- La inercia de la vida
- El tiempo, tu más valioso recurso
Gracias Dios por haber sembrado en Mauricio, orgullosamente mi hijo, tan loable misión: ‘el servir a los demás’. Leo con beneplácito el apoyo que brindas aqui… allá.
Hola Mauricio, sabes entre a la página de practifinanzas un día de madrugada en que no podía dormir y me interesó saber de que manera administrarme, porque para ello soy pésima, pero lo peor es que fue en uno de los momentos en los que me sentía muy triste por cosas personales, y al entrar no sólo encontré ayuda para lo que buscaba sino que también encontré en tus palabras la presencia de un ser divino que se hizo presente por tu medio. Creo que Dios te dio un don muy especial y es el de que con todo lo que publicas, ayudas en el momento preciso a quienes más lo necesitamos. Gracias por brindarnos ayuda.
Hola Myrna, buenos días.
Comentarios como el tuyo son mi mejor recompensa. Es grato saber que estamos ayudando a tantas personas que nos confían sus inquietudes… Pero el saber que unas lineas nuestras tocaron la vida de una persona, es invaluable. De corazón te agradezco profundamente que nos lo compartieras.
Confío que pronto pase este momento de desasosiego y vuelvas a ver brillar el sol radiante en la senda de tu vida. Recuerda: no estás sola 🙂
Dios te bendiga.
gracias por tu ayuda incondicional y por ayudar a mucha gente mil gracias de antemano y te mando este refrán con mucho respeto
añadi un evento para hoy le pedi a DIOS que te cuidara…
EL sonrió y me mostró sus manos que tenía cerradas…
Dentro de ellas estabas TU!!
Me volvio a sonreir y me dijo «Que crees que le pueda pasar algo… Si siempre está en mis manos?
Le dije: gracias Señor, esa persona que tienes entre tus manos es muy especial !! El me miro, dulcemente me dijo:
«Si para ti es especial, imaginate para mi».
José, de corazón, muchas gracias. Es de lo más bello que se ha publicado en este blog, y de lo más profundo que me han dedicado.
Dios te bendiga con armonía y prosperidad en este 2014.
Recibe un fuerte abrazo 🙂
Mauricio:
Siempre es un placer leer tus notas y cultivar mi cultura con tu sabiduría y enseñanza a través de ellas.
Esta en especial me agradó muchísimo, lineas que nos hacen reflexionar y darnos cuenta del verdadero valor de la vida.
Hay mucho que aprender de esto y ponerlo en práctica, porque al final eso es lo que te hace un mejor ser humano, el ejemplo que eres ante los demás; y tú sin duda eres uno grande para nuestra generación y las que vienen detrás.
Felicidades por tu buen trabajo.
Recibe un afectuoso saludo.
Ali, gracias por tus palabras y el valor que con ellas das a mi esfuerzo.
Recibe mis mejores deseos de prosperidad y armonía 🙂
Excelente saludos..
GRACIAS por tan linda reflexión: Hay un concepto «mayordomía» que se refiere a «aquel que es designado para guardar/administrar lo que pertenece al Amo/Señor». Todos somos «mayordomos» de los recursos existentes. A todos nos toca actuar como «administradores» de los muchos ó pocos recursos puestos a mi cuidado/disposición, recordando siempre que
a) son temporales -solo los disfrutaremos a lo largo de nuestra vida-
b) son para nuestro uso, disfrute, y beneficio
c)son para compartir con generosidad
d) deberé administrarlos con sabiduría, evitando desperdicio o mal uso
e) evitaré el apego a algo que me fué dado gratuitamente.
Bárbara, eres muy amable con tus palabras.
No había escuchado del término «mayordomía», pero los 5 puntos se me hacen muy valiosos para poder vivir sin la angustia de perder o poseer bienes materiales, lo cual es fuente del egoísmo y la envidia. En especial me quedo con «los recursos puestos a nuestra disposición son para nuestro disfrute compartiéndolos con generosidad».
Gracias
Estimado Mauricio,
Este es un gran post y me encantó. Coincido contigo en que la felicidad es una actitud, por encima de todo. Desde mi punto de vista, la felicidad es causa y efecto a la vez y es algo que se va construyendo día a día.
Hay personas que buscan la felicidad en cosas externas: en la riqueza, en los deseos, en aquello que no han podido lograr. Sin darse cuenta que está dentro de cada uno de nosotros.
Hay personas que no valoran lo que tienen y que por lo tanto no lo disfrutan. Claro que hay que tener ambición y buscar mejorar, pero nunca hipotecar nuestro presente para buscar un futuro mejor, que puede no llegar.
La felicidad está en la forma como vivimos cada día.
Un abrazo fuerte,
Joan
Gracias Joan.
Al final las finanzas sólo es la manera de cómo utilizamos los recursos, y los recursos son herramientas para cubrir nuestras necesidades… Gracias por tu reflexión.
Recibe un caluroso saludo