Una de las fuentes de financiamiento de las empresas es la emisión de Bonos Corporativos, es decir, de documentos en los que se comprometen con los inversionistas que adquieran sus bonos a devolverles el dinero invertido en un plazo determinado más el pago de intereses. A primera vista suena bien, pero ¿son una buena opción?
Siguiendo el principio básico de las inversiones «Nunca inviertas en algo que no comprendes«, primero conversemos sobre los bonos antes de determinar si son una buena opción o no.
¿Cómo funcionan los Bonos Corporativos?
Supongamos que una empresa necesita dinero para su expansión y decide pedir dinero prestado para ello. De acudir a un banco, éste último define montos, intereses y plazos, que si bien la empresa puede los negociar, está limitada a regulaciones y políticas del banco.
En cambio, al emitir Bonos Corporativos, es la empresa quien determina el monto que necesita, el plazo al que se compromete a devolver el dinero, y la tasa de interés que pagará por el dinero prestado, siendo precisamente éstos los componentes que hay que evaluar cuando pretendemos invertir en bonos:
- El vencimiento de bono, que usualmente va de 5 a 12 años (en plazos menores se conocen como «Papel Comercial» siguiendo otras reglas)
- Estructura, es decir, el tipo de interés que pagará el bono
- Interés Fijo (No varía durante el plazo),
- Bono Variable (se ajustan siguiendo algún índice de referencia),
- Bonos Convertibles (Son bonos de interés fijo pero que al final del vencimiento se pueden canjear por acciones de la empresa).
- Características del Cupón, que es como se llama al pago de los intereses
- Usualmente los cupones se pagan de forma semestral
- Bonos cupón cero, los cuales pagan el interés hasta el vencimiento.
¿En qué se diferencian los Bonos Corporativos de las Acciones?
Al adquirir una acción el inversionista se vuelve propietario de un porcentaje de la empresa, mientras que al adquirir un bono el inversionista se vuelve un acreedor de la misma, es decir, la empresa le debe dinero al inversionista.
En palabras mundanas, en el primer caso el inversionista es un accionista de la empresa, compartiendo con ella los riesgos sin existir una obligación por parte de la empresa de devolverle su dinero en un plazo determinado.
En cambio, en el segundo caso, la empresa tiene la obligación de devolverle su dinero al inversionista al final del plazo estipulado más los intereses acordados.
¿Qué tan seguro es invertir en Bonos Corporativos?
Después de los visto anteriormente, en definitiva es más seguro invertir en bonos que en acciones. Pero aún así existen riesgos que vale la pena considerar:
- ¿Qué sucede en caso de que la empresa quiebre? Las obligaciones de pago en este caso normalmente son las siguientes: Primero se liquida a los empleados, después a los acreedores (entre los que se encuentran los poseedores de bonos) y finalmente a los accionistas.
- Cómo reducir el riesgo: Invirtiendo sólo en empresas con finanzas sólidas, con carteras crediticias sanas y con visión de crecimiento.
- Un caso especial al anterior es cuando las empresas entran en Impago, es decir, no han quebrado pero no tienen dinero para cubrir el monto de los bonos emitidos, ante lo cual usualmente negocian una re-estructuración del financiamiento con los inversionistas.
- Durante el tiempo de vida del bono su valor puede subir o bajar debido a factores externos, existiendo la posibilidad de especular en mercados secundarios de compra – venta de bonos. Llegado el vencimiento la empresa siempre pagará el monto estipulado desde un inicio, independientemente de cuánto haya pagado el inversionista por el bono en el mercado secundario
- Cómo reducir el riesgo: Sólo comprar bonos a un precio igual o menor a su valor nominal
¿Cómo invertir en Bonos Corporativos?
Los bonos pueden ser adquiridos por cualquier persona o institución financiera en el mercado de bonos a través de casas bolsa y plataformas de trading en Internet.
Ahora bien, la empresa emisora determina el valor individual de los bonos y el número mínimo de bonos que se pueden adquirir, de manera que los montos mínimos de inversión pueden llegar a ser muy altos para el gran público inversionista. En estos casos existe la posibilidad de invertir en ellos a través de Fondos de Inversión.
Muchas empresas que emiten Bonos Corporativos gestionan la creación de Fondos de Inversión especiales para sus colaboradores de manera que tengan la oportunidad de invertir en ellos de manera preferencial sobre el gran público inversionista.
Entonces, ¿Son una buena opción?
En términos generales sí lo son. De hecho, todo trabajador que tiene una cuenta individual en alguna Administradora de Fondos de Pensiones (AFP) – conocidas como Afores en México – ya invierte en este tipo de instrumentos.
Por otro lado, al invertir en Bonos Corporativos a través de Fondos de Inversión de Renta Fija (también llamados «de Deuda»), se tiene la ventaja adicional que éstos fondos son calificados por firmas internacionales serias, de manera que se tiene una calificación objetiva e independiente del nivel de riesgo del fondo, lo cual brinda certeza al inversionista.
¡Éxito!
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Referencias
- Cómo invertir en Fondos de Inversión – PractiFinanzas
- Identificando el riesgo en Fondos de Inversión en Deuda o Renta Fija – PractiFinanzas
- Investing in Bonds Europe – AFME (Página en Español)
- Imagen: Collage realizado a partir de imagenes de GoodLife y Aleqt