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La morralla, sencillo o calderilla, una de las causas de tus fugas de dinero

Mauricio Priego 18/May/2015 1
La morralla, sencillo o calderilla, una de las causas de tus fugas de dinero

Hace unos días sucedió algo curioso en casa: Mi hijo, al ponerse un pantalón y acomodar sus bolsillo, se topó con un billete que no tenía contemplado. ¡Pareciera que había encontrado una mina de oro! Feliz con su inesperada riqueza, en su entusiasmo nos hablaba su buena suerte ya que solía encontrar dinero en su mochila, en bolsas de camisa, en cajones… Mi hija, sin compartir su entusiasmo, me dijo: «Papá, ¿por qué no escribes un artículo sobre los lugares donde pierdes tu dinero?» Y tiene razón: Junto con los Gastos Hormiga la pérdida de monedas y billetes de baja denominación es una causa de fuga de dinero.




El problema radica en que solemos no dar importancia a monedas y billetes de baja denominación. ¿Cuántas veces al recibir tu cambio después de pagar algo, lo has metido en la bolsa de tu pantalón, en tu bolso de mano, en la bolsa externa de tu mochila o en el cenicero de tu auto? ¿Y cuántas más llegando a casa al vaciar tus bolsas o tomar el «excedente» de monedas del cenicero del auto, las has dejado en alguna mesita, librero o buró? De esta manera es sencillo que se nos olvide dónde lo dejamos, cuánto teníamos… e incluso que lo teníamos.

Es difícil hablar de un promedio, pero en base del dinero que amigos, compañeros de trabajo y mi propia familia han compartido que encuentran, sería razonable pensar que perdemos unos $20 – $30 en promedio al mes (Aunque conozco personas que han «descubierto» incluso billetes grandes al ponerse ropa que hacía tiempo no utilizaban). ¿Consideras que $30 no es mucho? Bueno…

Si en lugar de perder esos $30 los ahorraras en una cuenta que te diera sólo un 3% anual tendrías en un año $396

Posiblemente consideres que no vale la pena preocuparse por los $5 o $10 que cayeron al correr para alcanzar al camión o al sacar las cosas de tu bolso buscando las llaves de la casa, pero si perdieras dos billetes de $200, ¿tampoco te importaría?

Evitar esta fuga de dinero es relativamente sencillo, aunque nos obliga a disciplinarnos y a ser más conscientes de nuestros actos.

  •  Nunca lleves el dinero suelto. Existen carteras y monederos para todos los gustos. En lo personal uso un monedero pequeño y flexible con tres compartimentos: uno central donde caben perfectamente tarjetas, credenciales y billetes doblados, y dos laterales para las monedas. Es discreto, ligero y versátil.
  • Los bolsillos de pantalones y faldas son el lugar ideal para perder monedas al sentarte (es sencillo que se salgan), es mejor tenerlo en un monedero.
  • Tómate un par de segundos más al recibir tu cambio para guardarlo en tu monedero/cartera en vez de ponerlo en el primer lugar disponible.
  • Adquiere el hábito de revisar tus bolsillos al desvestirte, y en vez de ponerlo en el buró o la mesita, guárdalo en tu monedero o cartera.
  • Los bolsos de las damas son un arma de doble filo, ya que por un lado existen diseños con compartimentos pequeños que pueden servir de monedero (de tener varios, selecciona uno en específico para este fin), pero también es sencillo «arrojar» el dinero dentro cuando se tiene prisa.
  • Me he fijado en que las mujeres que me rodean, al cambiar de bolso, suelen sacar únicamente lo que necesitan. Y como suelen tener varios, se convierten en almacenes de objetos pequeños olvidados. Como dedicar un día a depurar todos los bolsos sería quizá poco práctico en algunos casos, sería buena idea sacar todo precisamente cuando se cambia de bolso.
  • Respecto a mochilas y morrales una vez más el secreto es no tener el dinero suelto, principalmente cuando se trata de las que llevan los niños a la escuela.
  • El uso de dinero electrónico (tarjetas de débito, tarjetas pre-pagadas y pagos a través del celular) evita el problema de llevar dinero suelto con uno, con lo cual sólo requieres llevar lo mínimo necesario para enfrentar una emergencia o pagar algo en establecimientos donde sólo acepten efectivo.

Para concluir les comparto lo que implementamos en casa para combatir esta fuga de dinero y mejorar nuestros hábitos: cada vez que «aparece» dinero, sin importar de quién sea o cuánto sea, se contabiliza (para que seamos sensibles de cuánto llevamos «perdido») y se dona a alguna persona necesitada o institución de beneficencia (¿no se había dado ya por perdido? ).

¡Éxito!

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Referencias

Un Comentario »

  1. juanka 21/May/2015 en 1:40 pm - Responder

    En general siempre hay que tener todo organizado, claro el dinero en efectivo como algo ya más prioritario. La disposición de efectivo debe estar siempre a mano con un monedero o una de esas billeteras modernas de metal que tienen todo organizado.

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