¿Sabías que el 30% del consumo eléctrico de una familia promedio se utiliza para iluminar el hogar? Es por ello que todo esfuerzo para reducir gastos requiere considerar el uso responsable de la luz y el cambio de focos incandescentes por lámparas ahorradoras.
¿Es cierto que el foco incandescente consume mucha electricidad?
En este tipo de focos la luz se produce al calentarse un alambre muy delgado (filamento) al punto de quedar al rojo vivo, lo cual da a la luz el color amarillento que los caracteriza.
Y ése es el problema: El 70% de la electricidad consumida por el foco se disipa en forma de calor, de manera que sólo el 30% genera luz. En pocas palabras es un gran derroche energético.
Pros: Su precio es muy económico, su nivel de impacto al medio ambiente es muy bajo
Contras: Su bajo rendimiento energético provoca que se eleve el recibo de la luz
¿Las lámparas halógenas son una buena opción?
En realidad, una lámpara halógena sigue el mismo principio del foco incandescente: Se calienta el filamento hasta que quede al rojo vivo, con la diferencia de que, en lugar de encontrarse al vacío, la lámpara contiene vapores de un gas inerte, es decir, que no interactúa químicamente con su alrededor.
El gas inerte (también llamado halógeno y de ahí su nombre) ayuda a alargar la vida del filamento y mejorar su rendimiento, pero siempre sigue desperdiciándose una gran cantidad de energía en forma de calor.
Pros: Su vida útil más larga, su nivel de impacto al medio ambiente es bajo
Contras: Son más costosas que los focos incandescentes, si bien el rendimiento mejora sigue manteniendo un recibo de luz elevado.
¿Son tan buenos los focos ahorradores como dicen?
En este caso la luz se produce por ionización, es decir, como resultado de hacer pasar una corriente eléctrica a través de un gas que genera iones (electrones), los cuales, al interactuar con una superficie fluorescente, produce la luz blanca que los distingue (Por ello a estas lámparas también se les conoce como fluorescentes).
Debido a lo anterior la pérdida de energía eléctrica por calor es muy baja, de manera que la mayor parte de ella se utiliza para producir luz. En otras palabras, con menos consumo de energía consigues la misma cantidad de luz que en las opciones anteriores.
Pero no todo son buenas noticias: El gas utilizado en este tipo de lámparas es mercurio, el cual es un gas venenoso teniendo la capacidad incluso de contaminar los mantos acuíferos si las lámparas no se desechan de forma adecuada. Adicionalmente producen luz ultravioleta, que pueden dañar a personas y productos sensibles a este tipo de radiación.
Pros: Vida útil mayor a los dos anteriores, Ahorro energético respecto a los focos incandescentes del 77%
Contras: Agresivas al medio ambiente, su precio es elevado (pero el ahorro que generan permite recuperar lo invertido)
¿Qué hay sobre las nuevas las lámparas LED?
Una celda fotovoltaica es aquella que cuando recibe luz genera electricidad, las cuales son cada día más comunes de ver en los techos de casas y empresas. Pues bien, también existe el efecto contrario: Un material que al recibir una corriente eléctrica genera luz, a lo cual se llama electroluminiscencia.
Lo anterior significa que prácticamente toda la electricidad que recibe se convierte en luz, y al no tener partes móviles, su tiempo de vida es bastante más largo que cualquiera de las opciones anteriores. Éstas lámparas pueden
- Parpadear sin dañarse,
- Se puede regular su intensidad en base a cuánta electricidad reciben,
- Pueden generar luz de colores diverso,
- Prácticamente no tienen impacto alguno en el medio ambiente.
Pros: Son las de vida útil más larga, con un ahorro energético del 84% respecto a los focos incandescentes y amigables con el medio ambiente
Contras: Son las más costosas, pero su precio se ve recuperado por su larga vida y el ahorro que generan en el gasto de luz.
En resumen
Como podemos ver, un foco incandescente de 60W, ¡consume la misma electricidad que 7 lámparas LED! ¿Y qué significa esto en dinero?
Si bien el costo de la luz cambia de ciudad en ciudad y por estación del año, supongamos un costo de $1.519 Kw/h que es el asignado para un consumo intermedio bajo en ciudades con temperatura media en verano de 30°C. De igual manera, supongamos que el foco esté encendido 4 horas diarias en promedio.
Foco Incandescente: 60W x 4h x 365 días = 87.6 Kw/h anual x $1.519 = $133.06
Foco Fluorescente: 17W x 4h x 365 días = 24.82 Kw/h x $1.519 = $37.70
Lámpara LED: 12W x 4h x 365 = 17.52 Kw/h x $1.519 = $26.61
Con cada foco fluorescente te ahorras $95.36 al año, mientras que con una lámpara LED ¡son $106.45 al año!
Cuando llegues a casa cuenta cuantos focos tienes… Y calcula cuánto te podrías estar ahorrando.
¡Éxito!
Muy interesante tu artículo. Aquí hay más información sobre el tema:
http://ec.europa.eu/health/scientific_committees/opinions_layman/artificial-light/es/index.htm