«La mujer y el hombre inteligentes aprenden de la experiencia de los demás«… Hoy voy a compartirles una vivencia personal la cual ha llevado a mis finanzas personales a un límite crítico. ¿El objetivo? Brindarles una experiencia de la cual aprender. Quizá este granito de arena llegue a ser más valioso que otros en los cuales comparto información, mejores prácticas o estrategias… Al fin y al cabo, como decía mi abuela, se aprende más de las caídas…
Tuve la oportunidad de trabajar para un grupo empresarial, teniendo bajo mi responsabilidad la estrategia y alistamiento tecnológico del conglomerado tanto en México como en Estados Unidos. Los ingresos y prestaciones eran buenos, y se veían complementados con ingresos adicionales producto de asesoría y servicios financieros.
Poniendo en práctica mucho de lo que les he compartido a lo largo de los ya casi 7 años que cumple PractiFinanzas, construí 5 fondos de ahorro de largo plazo, invirtiéndolos principalmente en fondos de inversión: Mi retiro, el viaje familiar por los 15 años de mi hija, capitalizarme para poner un negocio propio, la educación universitaria de mis hijos, y capital para inversión pura.
Sin embargo, con el tiempo, el costo de la vida familiar comenzó a elevarse. No porque cambiáramos nuestros hábitos de consumo o ritmo de vida, sino porque colegiaturas, medicamentos, honorarios médicos, material escolar y las mismas compras del súper se incrementaban a un ritmo mayor que los ajustes anules que nos daba la empresa basada en la inflación del año anterior. Cierto, es algo que todos vivimos, algo a lo que todos le tenemos que hacer frente en el día a día. No hay nada nuevo en ello.
El tema es que me auto-boicoteé: Empecé a «tomar prestado» de los fondos de largo plazo para completar el gasto. Y como no eran préstamos de terceros ni tarjetas de crédito, no sentía la presión de tener que devolver ese dinero. ¿Resultado? Los fondos fueron agotándose poco a poco.
A principios del 2016 se habían agotado 2 de los fondos de ahorro. Eso disparó mis alarmas (desgraciadamente ya tarde, debo reconocerlo). Hablé con mis jefes sobre la situación. Lo que necesitaba era un incremento del 15%. En su momento me dijeron que me lo otorgarían antes del inicio del siguiente curso escolar, y confiando en su palabra continué esforzándome como hasta entonces.
Sin embargo, las finanzas seguían desequilibradas… Necesitaba seguir tomando «prestado» de los fondos que me quedaban… En el 2016 se realizó el viaje de 15 años de mi hija, con lo cual me consumí un tercer fondo… ¿Que ante la situación no debimos hacer el viaje y mejor mantener el fondo ante cualquier escenario adverso? Quizá. Pero si el dinero no lo usamos para realizar nuestros sueños y llevar felicidad a quienes nos rodean empezando con aquellos a quienes amamos, ¿para qué sirve entonces? Además, ¡era un ahorro construido a lo largo de 10 años precisamente para ese fin!
El viaje se llevó acabo en agosto de 2016. Y para cuando regresé la empresa me tenía una gran sorpresa…
No sólo no cumplieron el compromiso del incremento salarial, sino que además debí asumir una gerencia adicional a mis responsabilidades con el mismo sueldo. El incremento de responsabilidad conllevó a una reducción grave de mi tiempo personal, por lo que mis actividades externas (asesorías y servicios financieros) se vieron gravemente reducidos.
¿Resultado? Un cuarto fondo empezó a agotarse a mayor velocidad. Hablé con la empresa sobre la mayor responsabilidad que tenía, el compromiso de incremento ofrecido, y me enamoraron con mayores promesas… Las cuales ingenuamente creí.
Pasó año y medio sin que nada cambiara. En vez de aceptar lo inevitable, quise apostar por el grupo empresarial, solicitando incluso en préstamo para nivelarme financieramente en lo que llegaba el prometido aumento. Eso sí, día con día las responsabilidad y exigencias iban en aumento, sin haber reciprocidad a mi compromiso, profesionalismo y resiliencia.
Terminé presentando mi renuncia en noviembre del 2017, entregando ambos puestos a mediados de enero de este año. Si bien salí con la cabeza en alto, sólo uno de mis fondos había sobrevivido (el del retiro), con la responsabilidad adicional del préstamo solicitado.
Ahora me dedico a tiempo completo a la asesoría y servicios financieros, lo cual me brinda muchas más satisfacciones al dedicarme en tiempo completo a lo que me apasiona. Pero hay aprendizajes, que son los que quiero compartirles:
- Cuando tomes prestado dinero de tus ahorros, comprométete contigo mismo en un plazo y montos de pago para saldar la deuda ¡Y cumple contigo mismo como lo harías con el banco o un prestamista!
- El tomar dinero de tus ahorros para completar el gasto debe disparar tus alertas de posible daño a la salud de tus finanzas, de manera que actúes en consecuencia
- Reduciendo tus gastos
- Buscando nuevos ingresos adicionales
- Incluso buscando otro empleo o fuente principal de ingresos
- Ante la promesa de un incremento o promoción en tu trabajo, fíjate un tiempo razonable para que lo cumplan. Si no lo hacen, no dudes en buscar otra fuente principal de ingresos.
- Sé objetivo en cuanto a la reciprocidad de la empresa para la cual trabajas. El nivel de exigencia hacia ti debe ser proporcional al compromiso de la empresa para cumplirte lo que te ofrezcan. Es muy sencillo exigir resultados sin dar por ellos nada a cambio.
- Por bien que te vaya en tu trabajo, ten siempre una estrategia de salida de manera que estés preparado. No sólo por recortes de personal sorpresivos, sino para que no te tengan atado de manos: Conozco muchas personas que no renuncian a un trabajo esclavizante, poco gratificante y mal pagado sólo por el miedo de no encontrar nada afuera.
Y finalmente el aprendizaje más importante:
Siempre busca ser tú quien esté en posición de tomar tus propias decisiones.
Cuánto vas a ganar, cuánto tiempo vas a dedicar a trabajar y hasta dónde quieres llegar, debe depender sólo de tu determinación, compromiso y esfuerzo, y no de la percepción subjetiva de un tercero, así esté disfrazada de indicadores de eficiencia, KPIs y pruebas sicométricas.
Nunca permitas que tu futuro deje de estar en tus manos.
¡Éxito!
Referencia
- Cuidado con el autoboicot financiero, compañero del estrés y preocupaciones – PractiFinanzas
- Los 4 eslabones que te sujetan a la Esclavitud Financiera – PractiFinanzas
- Imagen: preguntacomo
A lo largo de los años en que he seguido tu blog, tus artículos y cuentos me han ayudado no solo a nivel de finanzas, si no a nivel personal. He tratado de agradecer, primero a ti y después emulando los valores que promueves. Intentando esparcir la ayuda y el conocimiento adquirido hacia otros. Tengo la suerte de que al día de hoy me haz hecho el favor de publicar creo que tres o cuatro de mis artículos. Como bien dices en tu frase, buscando «aportar mi granito de arena para hacer de éste un mundo mejor». Quiero decirte que comparto con checo la opinión de que es indudable que nos has ayudado, a muchos, y mucho. Me atrevo a decir algo que te mencioné también hace ya un tiempo. Impactas más vidas de las que te imaginas, aunque no todos seamos capaces de expresarlo o reconocerlo. Comparto también que «son admirables tu optimismo, tu honestidad y tus ganas de tirar para adelante» Y que te irá bien en tu nueva ruta. No solo porque lo mereces, si no porque no te sientas a esperar que las cosas sucedan, trabajas y te esfuerzas por conseguirlas.Gracias nuevamente. Se que en tu historia mas de uno nos vemos reflejados. Gracias por tu honestidad, porque de alguna manera nos hace sentir que hay esperanza. Que todos podemos cometer errores de juicio, pero no es el fin del mundo. Que hay que tener el valor de reconocerlo y atreverse a cambiar de ruta, negándonos a ser víctimas de las circunstancias, al contrario, agarrar al toro por los cuernos y enfrentar la realidad. Tu artículo es una excelente guía para observarnos en nuestros propios empleos y tomar nota de las alertas que debemos tomar en cuenta para tomar acción antes de que nuestras dificultades financieras nos superen. Y dar los pasos necesarios para, como bien comentas «Siempre ser nosotros quienes estemos en posición de tomar nuestras propias decisiones» No te deseo suerte porque no la necesitas. SE que te irá bien, porque sigues tus ideales con fortaleza y valor. Lo que deseo es que el tiempo para que lo consigas sea el mas corto posible. Gracias, por todo lo que das de forma altruista a la comunidad de lectores que seguimos tus publicaciones. Aunque no todos lo expresemos y agradezcamos tan frecuentemente como debiéramos.
Hola Elizabeth,
Me dejaste sin palabras. No puedo más que agradecerte la alta opinión que tienes del equipo que formamos PractiFinanzas (el esfuerzo no es sólo mío), y en particular sobre mi persona. Me motiva a seguir adelante con ímpetu renovado.
Éxito en tus propios proyectos y que Dios te bendiga
Excelente artículo! Vivencia sumamente dura y frustrante pero, por lo mismo, altamente didáctica. Gracias por compartirla y por los cinco puntos de aprendizaje marcados en tu sincero y valiente escrito, consecuencia de tu propia experiencia.
Ahora, adelante! Qué tu estóico ejemplo nos guíe hacia nuevos y acertados horizontes como lo estás haciendo tú, con honor y principios, ya que muchos nos sentiremos reflejados en tu historia.
Mauricio, lamento lo que te ha pasado, porque es indudable que (nos) has ayudado desinteresadamente a muchas personas con tus publicaciones, consejos, y asesorìas. Por otra parte, admiro tu optimismo, tu honestidad y tus ganas de tirar para adelante. No dudo que con esa actitud te vaya muy bien en lo que emprendas. De manera similar en un trabajo me bajaron de sueldo y de nivel, con la promesa (incumplida) de màs adelante mejorarme ambos. Lo que hice fue reducir gastos, solo que actualmente, como muchos mexicanos, mis gastos exceden mis ingresos, debido a la inflaciòn, los gasolinazos, el alza en tasas de interès de tarjetas, etc. Da temor vivir al dìa y no tener ahorros, dependiendo solo de los ingresos laborales. Aunque debe ser peor no tener empleo y sì deudas. Esperemos que el pròximo sexenio sea màs benèvolo que èste. Recibe un cordial saludo.