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¿A qué temes más? ¿Al terrorismo, al crimen organizado o a la corrupción?

Mauricio Priego 23/Nov/2015 22

Corrupción, delincuencia organizada y el terrorismo

Ayer, en la estación de radio que acostumbro escuchar, lanzaron la siguiente encuesta: «¿A quién le temen más? ¿A un ataque terrorista, al crimen organizado o a la corrupción?«. Y por coincidencia en la tarde recibí una llamada que me dio el ejemplo perfecto para confirmar mi respuesta: Sin duda alguna, a la corrupción.




Hace ya algún tiempo publiqué un artículo sobre fraude por Internet, y dentro del debate surgido a partir del tema, algunos lectores comenzaron a opinar sobre una firma que se dedica a dar préstamos. Algunos los señalaban como rateros al no entregárseles todavía los préstamos por los cuales ya habían pagado la comisión por apertura, otros los defendían como una empresa sería. El debate ha durado meses, pero el día de ayer recibí una llamada en la que me preguntaron, directamente, si era posible eliminar los comentarios y cuál sería mi precio por hacerlo.

Me puse en ese momento – y con la persona al teléfono – a revisar los comentarios, y me encontré que todos los comentarios negativos se basaban en que el ejecutivo que le había asignado la firma no atendía sus llamadas, que los correos no eran contestados, que las fechas comprometidas no se cumplían sin darse una retroalimentación oportuna a los solicitantes. Conclusión: Tomando como premisa que la firma es una empresa seria y no una organización dedicada al fraude, el problema de la firma se centraba en una deficiente atención al cliente y en mejorar sus procesos internos de manera que pudieran cumplir con los plazos comprometidos.

Así se lo hice ver a mi interlocutor, comentándole que más que eliminar los comentarios lo adecuado era atacar al problema de raíz, aprendiendo de sus errores y mejorando sus servicios, con lo cual los detractores desaparecerían y los comentarios a favor se multiplicarían…

… Y la respuesta fue «¿Pero cuánto pides por eliminar los comentarios?«.

Debo reconocer que tardé en contestar. Al fin y al cabo no conozco a la firma fuera de los comentarios compartidos en el blog, no conocía tan solo unas horas antes a mi interlocutor, y tampoco tenía manera de confirmar si era quien decía ser. «¿En qué me estoy metiendo?» era la pregunta que retumbaba en mi mente.

Decidí entonces ofrecerle lo siguiente: Asesorar a la firma a mejorar su calidad en cuanto a atención a clientes se refiere, revisando los comentarios de los lectores junto con el dueño o responsable principal de la firma y apoyándoles a planear una estrategia para revertir su mala imagen (siempre ante la premisa de que se trata de un negocio honesto pero con una deplorable – si no inexistente – área de atención a clientes). Le ofrecí que la asesoría sería gratuita… Y para mi sorpresa la llamada se cortó abruptamente.

Ahora analicemos los efectos de haberse consumado este intento de soborno (que no puedo llamarlo de otra manera):

  • La comunidad no tendría oportunidad de leer pros y contras de solicitar un préstamo a la firma, con lo cual no tendrían elementos de comparación críticos como la seriedad de la empresa y la calidad de los servicios al momento de evaluarla contra otras opciones;
  • Seguirían habiendo solicitantes que pierden el dinero de la comisión de apertura… cuando si solicitan un préstamo es, precisamente, porque les falta el dinero;
  • Y claro está, no podrían solucionar el problema o cubrir la necesidad imperante que les orilló originalmente a buscar un préstamo.

Pero tampoco para la firma sería miel sobre hojuelas:

  • Seguramente debe tener muchas demandas en contra, lo cual le hace elevar sus costos operativos por el pago a abogados que los defiendan así como de aquellas multas que le imponga la autoridad;
  • Día a día seguirán perdiendo clientes y participación en el mercado, conforme más y más personas vayan dando a conocer su experiencia negativa tanto en este blog como en otros, en sus grupos de amigos, con sus compañeros de trabajo, en sus redes sociales, etc;
  • El ambiente laboral debe ser tenso con tantos clientes molestos hablando para quejarse, cuando no desahogando su frustración en el ejecutivo que les atiende;
  • Lo anterior también seguramente provoca una alta rotación de personal, lo cual eleva los gastos de la firma por liquidaciones, contratación y selección de nuevo personal y las tareas administrativas inherentes;
  • Los empleados que salen no tuvieron la oportunidad de ser capacitados en calidad de servicio y atención al cliente, llegando a sus nuevos trabajos con un bagaje de malas experiencias que, a menos que tengan la suerte de ser bien dirigidos y capacitados, no agregarán valor alguno a sus empleos sino todo lo contrario;
  • Al final se estancará sin llegar a crecer aprovechando todo su potencial, si no es que poco a poco se contraerá hasta desaparecer, con lo cual se perderían puestos de trabajo.

Todo lo anterior por querer callar a las personas con dinero en lugar de invertir ese mismo dinero en mejorar sus procesos y sus servicios.

Así que regresando a la pregunta inicial, ¿a qué le tengo más miedo? Definitivamente a la corrupción.

La delincuencia organizada crece a la sombra de gobiernos corruptos, mientras que las desigualdades que éstos fomentan y las injusticias que cubren abonan el terreno para que crezcan el odio, el rencor y las ideas radicales que alimentan el terrorismo.

Y a todo esto, ¿qué tiene que ver mi experiencia con los gobiernos corruptos? ¡Tiene que verlo todo!

Los gobiernos no están conformados por políticos sino por ciudadanos que se dedican a la política. Y si la corrupción forma parte de la cultura de los ciudadanos, ¿cómo es posible pretender erradicarla de los gobiernos?

Para saber si la corrupción es elemento cultural, sólo hay que fijarnos a nuestro alrededor. ¿Hay personas que aprovechando que se encuentran con un conocido se meten en la fila de espera no respetando el derecho de los que llegaron más temprano?, ¿Hay personas que se estacionan en el lugar de discapacitados «porque no van a tardar nada»?, ¿Hay personas tirando basura en la calle en vez de guardarla hasta encontrar un bote de basura?, ¿Hay personas que consiguen que sus hijos obtengan mejores lugares (en la escuela, en el equipo de fútbol, en su trabajo) gracias a sus contactos en detrimento de otros que tienen mejores aptitudes? Y a las personas que no hacen lo anterior, ¿se les tacha de tontas por no aprovechar las oportunidades? ¿O son señaladas de manera peyorativa como «morales» o «puritanas»?

Este es sólo mi punto de vista… Pero tú mi estimado(a) lector(a), ¿a qué le temes más? ¿Al terrorismo, al crimen organizado o a la corrupción?

Referencias

22 Comentarios »

  1. Elizabeth Padilla 09/Feb/2016 en 11:25 am - Responder

    Uffff… tanto por decir, lo siento Mauricio, será un comentario largo :p
    Desde mi óptica, (y parto del hecho de que vivimos en México, el país mas corrupto miembro de la OCDE) el crimen organizado florece en brazos de la corrupción.
    Pensemos en los ladrones, asesinos, secuestradores, narcotraficantes, políticos, lideres sindicales, etc. que salen libres (e «inocentes») todos los días por haber sobornado al juez, al m.p., al jefe de custodios o director del penal…
    Eso suponiendo que fueron encarcelados, tal vez ni a eso llegaron, porque les salió mas barata la mordida al policía que los detuvo, o al jefe del operativo donde los atraparon, o al investigador al que le pagaron por destruir las pruebas de su delito.
    Ahora hablemos de la corrupción cotidiana, la mordida para evitar una multa, acelerar un trámite, obtener un beneficio en un programa social, recibir una calificación, un lugar en un equipo, un evento, un empleo.
    La falta de calidad en los servicios públicos porque alguien (previa comisión recibida) le dio el gane a un proveedor que no cumplía con los requisitos, en el medicamento que le vendió a la institución de salud, en la calle que pavimentó, las luminarias públicas que cambió, la maquinaria que se compró en apoyo al campo, los productos que no sirven y se compraron por miles, todo ello desperdicio de recursos, tiempo y dinero que nos cuestan a todos.
    Todo lo anterior nos afecta todos los días, encarece los costos de los productos y servicios, nos hace poco competitivos a nivel micro y macro, nos pone en riesgo cada vez mayor de ser victimas de la delincuencia, ya que ésta última crece en la impunidad, y tarde o temprano (por desgracia) nos tocará en persona o en algún ser querido.
    Yo no coincido con Jose G. que dice que puedes esquivar de la corrupción. Esta en nuestro camino todos los días. Es más me parece relativamente «mas fácil» esquivar el crimen organizado cuidando los lugares que visitas, y la gente que frecuentas, siendo cauteloso y no ostentoso con lo poco o mucho que poseas, estando alerta en tus rutas y paseos; que escapar de los efectos de la corrupción en nuestra vida diaria.
    El terrorismo es aparte, ese florece en el fanatismo, ya sea religioso o ideológico de cualquier tipo, no depende de la corrupción ya que genera su propio combustible alimentandose del odio y la intolerancia.
    Pero en términos absolutos (y no lo minimizo por supuesto) nos afecta más, todos los días la corrupción y el crimen organizado que el terrorismo. Hay mas victimas, aunque no todas sean mortales, de la corrupción que del terrorismo, al menos en nuestro país.
    Y tratando de equiparar la gravedad de los efectos de uno y otro pensemos en cuantos muertos hay por los narcotraficantes, secuestradores y tratantes de blancas contra cuantos muertos por terrorismo tenemos todos los días.
    Por todo lo anterior yo coincido con Mauricio, le tengo más miedo (mucho más) a la corrupción.

  2. Susana Arriola 27/Nov/2015 en 4:56 pm - Responder

    Totalmente de acuerdo con usted. Yo también le temo más a la corrupción que al terrorismo. De ese puede uno tener la «suerte» de salvarse. De la corrupción, en este país, no hay modo, desgraciadamente.
    ¡Excelente artículo, como todo lo que usted escribe! Gracias por compartirlo.

  3. José A 27/Nov/2015 en 6:46 am - Responder

    Excelente analisis. La corrupcion es el mal de todos los tiempo.
    Pero porque el que hace bien su trabajo es dedicado se preocupa por el rendimiento de le empresa es tratado por igual y ademas quien trabaja mal. Pareciera q nunca es objeto de supervision de sancion apesar de no tener palancas. Gracias

    • Mauricio Priego 27/Nov/2015 en 7:00 am - Responder

      Hola José,
      Coincido contigo… Tristemente la corrupción llega a afectar internamente a las empresas lo cual genera inequidad, descontento y falta de eficiencia. Y por casos que conozco, incluso en empresas que tienen el flamante reconocimiento de Empresa Socialmente Responsable ESR.
      Más para esos casos hay que ser líderes promotores del cambio, cada quién desde su trinchera ¿no te parece?
      Éxito en tus proyectos!

  4. Borjon 27/Nov/2015 en 6:44 am - Responder

    A LOS POLITICOS !!!….TIENEN DE TODO ADEMAS DE PODER…..

    • Mauricio Priego 27/Nov/2015 en 7:01 am - Responder

      Jajajaja ¡Cierto!

  5. José G 27/Nov/2015 en 6:37 am - Responder

    A LOS DOS PRIMEROS PORQUE LA CORRUPCIÓN LA ESQUIVO ,PERO LA MUERTE, EL MIEDO ES MÁS DÍFICIL

    • Mauricio Priego 27/Nov/2015 en 7:02 am - Responder

      Mmmmmmm ¿En serio la esquivas José? ¿No será que siguiendo tu ejemplo, crees esquivarla pero al final te alcanza de la mano del delincuente o del terrorista?

  6. Joel Pinto 23/Nov/2015 en 11:33 pm - Responder

    Definitivamente la corrupción es el cáncer que genera una cantidad de enfermedades, no solamente a nivel macro sino también en los rincones más pequeños.

    Por corruptos, los jefes tratan mal a los empleados; por corruptos, las personas cortan las líneas en los eventos públicos; por corruptos, pagamos comisiones para que se aceleren procesos, en fin, si nos vamos a las raíces más profundas, yo creo que comenzamos a ser corruptos desde que Eva comió de la manzana para ser como Dios.

    • Mauricio Priego 24/Nov/2015 en 5:54 am - Responder

      Vaya… Nunca se me hubiera ocurrido ver el escenario de la manzana como el primer acto de corrupción del ser humano. Y tienes razón. Más allá de tomar la historia bíblica de la creación como un hecho o como una metáfora, al final es la corrupción (pasar sobre principios y valores con tal de obtener un beneficio) la que nos expulsa cada día del paraíso llevándonos a vivir en este valle de lágrimas.
      Como siempre muchas gracias por tus atinados comentarios Joel. Recibe un fuerte abrazo.

      • Joel Pinto 29/Nov/2015 en 12:12 am - Responder

        Pues lamentablemente, si.

        Somos así y por nuestra propia incapacidad de defender nuestros valores y principios, sobretodo en los momentos más difíciles, se presenta este cáncer de la sociedad que es la corrupción.

        Un abrazo grande, Mauricio 😀

  7. Cindy 23/Nov/2015 en 10:26 pm - Responder

    Excelente artículo como siempre Mauricio !! Saludos!! Cindy

    • Mauricio Priego 24/Nov/2015 en 6:01 am - Responder

      ¡Muchas gracias Cindy! 😀
      Éxito en tus proyectos 😉

  8. Francisco De la Vega 23/Nov/2015 en 8:04 pm - Responder

    Definitivamente al Crímen Organizado y a la Corrupción del GDF (principalmente al Sindicatu de Trabajadores del DF), son casi 150,000 gentes de todas las Deleciones del DF que no producen absolutamente nada de nada, pero si cobran y generan corrupción y de la PGJDF ni hablar, es ahí precísamente el lugar donde se ocultan la mayoría de los «Autores Intelectuales» de mas de 1,000 homicidios al año y encubren a una treintena de asesinos cotidianos, a esos si hay que tenerles miedo junto con toda la bola de politiquillos que andan robando con su banderita de la «democrácia»

  9. Daniel 23/Nov/2015 en 4:02 pm - Responder

    Mauricio, nos vas a informar el nombre de la firma? para no caer en sus garras antes de informarnos

    • Mauricio Priego 24/Nov/2015 en 6:22 am - Responder

      Hola Daniel,
      Si bien no compartí el nombre directamente porque prefiero permanecer neutro en el tema (no me consta que sea un fraude o no), sí te puedo dar la liga para que tú mismo veas la discusión y saques tus propias conclusiones: Estafadores disfrazados de prestamistas, caso de estudio.
      La información es poder… 😉

  10. Ruben E. Galeano Torres. 23/Nov/2015 en 1:49 pm - Responder

    El artículo del sr.: Mauricio Priego, A que temes más, al, al terrorismo, crimen organizado o la corrupción, me encanta es fascinante, soy asiduo lector de esta página. Me encantaría colaborar en relación y quizás escribir mis propios temas, lógico con aprobación de sus directores. Ante el artículo anterior comparto el comentario acto para e momento no así, el contenido. Yo temo más al terrorismo, pues pueden atacar donde menos se imagina uno, siendo víctima indirectamente uno de conflictos políticos. Pero si el título del artículo fuera “ Qué origina el terrorismo, el crimen organizado o la corrupción” seria válido todo lo descrito por el sr., Mauricio. Este tema le cabe otro “ Qué causa más daño a la sociedad, el terrorismo, el crimen organizado o la corrupción” muchas gracias.

    • Mauricio Priego 24/Nov/2015 en 6:26 am - Responder

      Hola Rubén,
      Muchas gracias por compartirnos tu perspectiva la cual aporta un gran valor al artículo. El intercambio de ideas es la verdadera riqueza del blog.
      Respecto a tu deseo de participar con tus colaboraciones, ¡con mucho gusto! Te contacto por correo para ponernos de acuerdo 😉
      ¡Éxito!

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