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Cruzada popular contra el Estancamiento Financiero

Mauricio Priego 10/Ago/2015 10
Cruzada popular contra el Estancamiento Financiero

«Trabajo de manera honrada, vivo una vida sin lujos y evitando gastos innecesarios, ¡pero aún así no me alcanza! Una sola ida al cine, un paseo con la familia o salir con mis compañeros de trabajo representa salirme de mi presupuesto, y ya no digamos gastos fuertes como el mantenimiento de la casa o del auto… ¿Acaso mi esfuerzo de más de 12 horas de trabajo al día no merecen que pueda vivir con tranquilidad, y por qué no, brindar momentos de esparcimiento a mi familia?» Lo anterior me lo compartía hace poco un lector, pero palabras más palabras menos, es un comentario que escucho frecuentemente tanto en el blog como entre amigos y conocidos, y siendo honestos, incluso se lo he llegado a escuchar a mi vocecita interior. Más allá de escribir algo inspirador para brindar ánimo y esperanza, quisiera proponerles que llevemos a cabo una cruzada donde compartamos ideas para lograr romper el statu quo y cambiar el estancamiento financiero en el que quizá muchos vivimos inmersos. Ya lo decía Einstein: Para obtener resultados distintos, tenemos que empezar por hacer cosas distintas.




Y bien, como no es correcto tirar la piedra y esconder la mano, empiezo planteando mi propuesta la cual se basa en cuatro puntos:

1. Reducir y controlar nuestros gastos evita que empeoremos nuestra situación, pero no nos saca del estancamiento financiero.

Llevar un presupuesto eliminando gastos superfluos dando prioridad a la previsión es básico para tener finanzas sanas, cierto, pero es sólo una base sólida para poder despegar financieramente.

Para lograr que tus finanzas despeguen es necesario incrementar tus ingresos.

¿Que es imposible teniendo un trabajo de tiempo completo? ¿Que se requiere de dinero para poner un negocio? ¿Que todo está inventado y hay excesiva competencia? Nunca dije que fuera sencillo pero, ¿acaso un cohete no necesita de mucho esfuerzo para vencer la gravedad terrestre al despegar? Y no se trata de trabajar hasta morir de fatiga: creo que todos conocemos a alguien en la oficina que vende bolsas, champús, gadgets o productos por catálogo. Además están las nuevas oportunidades que nos ofrece Internet, así como la posibilidad de generar ingresos con nuestros pasatiempos.

El mejor ejemplo que puedo dar de esto último es una joven vecina de sólo 14 años que, dándose cuenta que las mujeres de mi colonia deseaban clases de zumba como la que se brindan en diferentes parques de la ciudad donde vivo a excepción del nuestro, ¡empezó ella a impartirlas! Le gusta el baile y le gusta la zumba, practicando en casa con DVD’s que obtuvo de las cajas de cereal que compran en su casa. Así que consiguió la música, tomó prestados un estéreo y la cochera de su casa, ¡y hoy se embolsa $300 a la semana por 3 horas de disfrutar bailando! Con potencial de ganar aún más conforme más vecinas decidan participar. ¿Que no es mucho? Bueno, en una hora gana más que aquellos que ganan un salario mínimo por ocho horas de trabajo, además que $1200 adicionales al mes no están para despreciarse.

2. Desarrollar nuestra habilidad de ahorrar

Subrayo que no dije «el hábito del ahorro». Al igual que en el  punto anterior, separar parte de tus ingresos para gastos y proyectos futuros es básico para tener finanzas sanas, pero es necesario un esfuerzo adicional si queremos vencer al estancamiento financiero.

El objetivo es desarrollar la habilidad de identificar promociones, descuentos y programas de lealtad que te permitan gastar menos por adquirir aquello que de todas maneras ibas a comprar, implementar mejores prácticas que te permitan reducir el consumo de productos como la gasolina o la electricidad, así como buscar deducir gastos personales lo cuales nos permiten recuperar impuestos.

Si bien esto podría servir para comprar más sin incrementar nuestros gastos, sería buena idea ahorrar el dinero que dejamos de gastar si en verdad queremos romper la inercia que llevan nuestras finanzas. ¿Y para qué ahorrarlo? Para generar un fondo de emergencias que nos permita poder hacer frente a las vicisitudes de la vida, para poder provisionar gastos futuros (como el mantenimiento de la casa o el auto), o por qué no, para darnos algunos gustos de vez en cuando los cuales son imprescindibles para evitar caer en depresión, la cual suele tener como efecto secundario un empeoramiento de nuestra situación financiera.

3. Evitar la tentación de la Tarjeta de Crédito

Las tarjetas de crédito sólo hay que usarlas cuando tenemos dinero y en base a una estrategia que busque mejorar nuestras finanzas. Subrayo:

Las tarjetas de crédito sólo debieran utilizarse para mejorar nuestras finanzas y no para satisfacer nuestros caprichos, alimentar nuestro hedonismo, paliar nuestras frustraciones, para mantener un estatus ante la sociedad, o peor aún, para «completar» el ingreso que no nos alcanza.

¿Demasiado revolucionario? Quizá, pero sólo para quienes han sido educados por una sociedad consumista que fomenta el «compre ahora, pague después» como medio de mantener una actividad económica activa sin importar sacrificar al individuo.

¿Y cómo se usa una tarjeta de crédito para mejorar nuestras finanzas? En resumen: aprovechando programas de lealtad, promociones especiales por pagar con tarjetas de crédito, y difiriendo a meses sin intereses productos que tenemos presupuestado comprar depositando el dinero en una cuenta de ahorro o inversión para que sea a nosotros a quienes nos genere intereses mientras mes con mes retiramos lo necesario para pagar el adeudo.

4. No caer en el juego de ¿»Acaso no me lo merezco»?

Este es quizá el punto más delicado, porque mientras los anteriores los puedes llevar a cabo en base a tenacidad y disciplina, éste surge como una trampa de nuestro subconsciente que nos aprisiona en el estancamiento financiero. Es una pequeña voz que inicia muy suave y pequeña, pero que crece poco a poco alimentada por la frustración e impotencia generadas por la falta de oportunidades de crecimiento laboral, por la pérdida sistemática de nuestro poder adquisitivo ante un aumento de precios desproporcionado al de nuestros ingresos, por los pleitos en el hogar generados por la falta de dinero, por la angustia de tener que afrontar gastos para los cuales no tenemos el dinero. Al final quedamos convencidos de que es válido endeudarnos o gastar dinero que sabemos necesitaremos  en el futuro próximo comprando aquel producto o pagando aquel servicio que volvimos estandarte de nuestra lucha contra la injusticia del sistema.

¿Y cómo enfrentamos este punto? Como mencioné anteriormente es importante darnos pequeños gustos periódicamente. Pero estos gustos deben ser cubiertos con el producto de los ingresos adicionales que hayamos obtenido o de los ahorros que hayamos logrado generar (Siempre basados en un presupuesto en el cual respetemos la importancia de provisionar gastos futuros). Si lo quieres ver así, sería algo así como la recompensa por haber hecho un buen trabajo, en el que por cierto, puede participar toda la familia.

Sin importar la edad, todos podemos generar ahorros o llevar a cabo alguna iniciativa que represente un nuevo ingreso para el hogar.

Pero creo que ya hablé bastante y es hora de ceder el micrófono.

¿Qué otras ideas se te ocurren para lograr dejar atrás el Estancamiento Financiero?

¡Éxito!

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10 Comentarios »

  1. Cesar Cruz 22/Sep/2015 en 6:17 pm - Responder

    Excelentes puntos, pongo en parte mi experiencia después de 5 meses en el desempleo.

    Sin mayor preambulo.

    Cancele el teléfono fijo
    Tengo Internet de la gama mas baja.
    Cancele TV de paga aun cuando tenia la mas barata.
    Veo contenido por Streaming Legal.
    No tengo plan de datos en los teléfonos, puras llamadas en cobro por segundo.
    Evito transporte en recorridos de hasta 2 km.
    Y la mas importante hago compras comunitarias con mis familiares, así compro la mayoría de la despensa en club de precios.
    Evito la compra de refrescos o golosinas.

    Ahorro mensual promedio $1500,00

    • Mauricio Priego 23/Sep/2015 en 10:14 am - Responder

      ¡Excelente César!
      Gracias por compartirnos tu experiencia, la cual enriquece el blog para los futuros lectores.
      Mis mejores deseos para que pronto tengas la oportunidad de generar nuevos ingresos… Y de que no dejes de ahorrar por ello 😉
      ¡Éxito!

  2. Eduardo Martínez 12/Ago/2015 en 11:10 am - Responder

    Creo que algo que merma mucho las finanzas personales es el hecho de vivir al día. Muchos diremos que no vivimos al día pero esto tambien se puede aplicar como vivir a la quincena o vivir al mes. Lo mejor seria hacer un ahorro para dejar de vivir al mes (por ejemplo) y vivir de los ingresos del mes pasado.

    Algunos le llaman a este ahorro «buffer». Esto nos permite vivir adelantados y nos da mas margen de maniobra para el pago de nuestros gastos básicos o compromisos financieros, vaya, no estás esperando con ancias la quincena para pagar la renta del mes. ¿Que pasaría si en ese mes tu empresa se retraza con el pago de la quincena? (que ya me ha pasado).

    • Mauricio Priego 13/Ago/2015 en 6:29 am - Responder

      Hola Eduardo,
      Gracias por participar en la cruzada!

      No había escuchado del concepto «ahorro buffer», pero entiendo que es algo así como recibes el pago de tu sueldo, lo ahorras todo, cuando te vuelvan a pagar vives con lo que te pagaron el periodo pasado y ahorros todo lo que acabas de volver a recibir. El reto es iniciarlo ya que te pasarías un periodo de pago sin recursos…

      Un esquema semejante pero quizá menos agresivo es identificar aquellos gastos prioritarios y provisionarlos a mes anticipado. Es decir, compromisos como colegiaturas, pago de la casa, la luz, etc los ahorres como mencionas para pagarlos el siguiente mes, pero gastos más fluídos como el súper, la gasolina o esparcimiento sí los consumas del dinero que recibes en el mes en curso. Esto te permitiría tener garantizado el pago de los gastos prioritarios como sugieres, y también te daría flujo de efectivo para eventualidades… ¿Cómo lo ves?

      • Eduardo Martínez 13/Ago/2015 en 5:33 pm - Responder

        Si, la idea es esa, yo ya tengo algunos rubros adelantados en mi presupuesto personal. Sin embargo, el concepto se refiere a tener todo un mes de ingresos en tu buffer, pero como dices es agresivo juntar un mes de una sola vez. Esto mas bien lo puedes formar con los excedentes de tu presupuesto y al cabo de un tiempo (meses) puedes lograr formar ese colchón.

        El ahorro buffer es parte de una metodología definida en la página de la aplicación YNAB (https://www.youneedabudget.com/method). No considero que sea necesario comprar la aplicación pero si leer sobre la metodología que ayuda a complementar lo que se ha estado hablando del manejo de un presupuesto.

        • Mauricio Priego 14/Ago/2015 en 7:00 am - Responder

          Muchas gracias por tu aportación Eduardo, y me llevo de tarea leer la metodología 😉
          … Y ahora la propuesta. Tu aportación sobre tu experiencia como totalero tuvo muy buena acogida por la comunidad. ¿Aceptarías colaborar con un nuevo artículo sobre el concepto del Ahorro Buffer?

          • Eduardo Martínez 17/Ago/2015 en 11:01 am -

            Con todo gusto 🙂

  3. Francisco De la Vega 10/Ago/2015 en 6:50 pm - Responder

    1.- Pos deje que le caigan los inspectores de la Delegaciòn por operar sin «Licencia de Uso de Suel (como si fuera una Planta Nuclear) y otros 15 permisos como visto bueno de funcionamiento, bomberos, protecciòn cevil, licencia sanitaria, registro ante la càmara correspondiente, etc, etc, etc.,,,,,chimes y hasta plumas va a soltar aunque no sea un animal plumifero ¡¡¡¡¡¡¡¡.
    2.- Aprovechar ofertas del super y utilizar dichas ofertas en relaizar una comidita EN CASA CON AMIGOS O FAMILIARES, eliminando asi los gastos de Restaurante y jugosas propinas a meseros gozando de un buen ambiente familiar o de amistades a precios bajos, nada de cenas de lujos, solo «elotadas», tamaleadas, tostadas, esquitadas, etc., etc., y demàs antojitos preparados en casita, dando como consecuencia ademàs de que hay mas horas de diversiòn y en casa sin restricciòn a un horario de restaurante y demàs, etc., etc..
    3.- Al llevar a cabo el punto anterior, automàticamente eliminamos la Tarjeta de Crèdito del restaurante y demàs gastos inerentes como las suer propinas, etc….
    4.- Desde luego que todos merecemos disfrutar al màximo de algo PERO pos no hay lana y habrà que hacer lo mismo (reuniones familiares o de amistades como en el punto 2) pero a bajo costo.
    Hace años recuerdo que se solìa reunir la gente en restrtaurantes de todo tipo y pagar muy buenas propinas con el objetivo de reunirse y platicar……pero los tiempos han cambiado solo EN EL COSTO, porque si se hacen las reuniones informales en cas disminuyen los gastos y de propinas, pero el objetivo sigue siendo el mismo pasar un buen rato agradable entre familiares o amigos, solo es cuestiòn primero de ubicarse y ver que los tiempos han cambiado en costos peron no en los objetivos……Solo basta mencionar un sencillìsimo ejemplo…bebidas si costèan cuànto cuesta elaborar un aguita de Limòn par 20 o 50 personas y los comparan con el costo que tendìa en un restaurante se sorprenderìan de la diferencia del costo….otro ejemplo las bebidas de licor elaboradas con jugos en casa se compàran con los costos de las copas en restaurantes y les aseguro que se van de espaldas ¡¡¡¡¡¡¡¡¡

  4. Edith 10/Ago/2015 en 1:57 pm - Responder

    Muy buenos consejos. Yo creo que otra clave es el «decrecimiento», es decir, mantener un estilo de vida «pequeño». Ayer leía sobre la vida del famoso autor Anton Chéjov. Siempre estuvo quebrado y escribía que no sabía por qué no le alcanzaba el dinero. ¡Ah! pero si toda la vida mantuvo a sus padres y hermanos ¡y hasta a sus sobrinos! Mucha gente vive al día porque quiere vivir en grande: una casa demasiado grande, automóvil, varios hijos, mascotas, ayudar a la familia… pero no se puede «chiflar y comer pinole». El «diseño» de tu vida debe estar simplificado para poder gastar menos de lo que ganas.

  5. DAVID MARTINEZ 10/Ago/2015 en 12:37 pm - Responder

    Mauricio buen día, coincido totalmente contigo en los 4 puntos pero en particular con el 4o. e incluso agrearía, que la publicidad y la mercadotecnia nos tiene tomada la medida. Creo que necesitamos «desconectarnos» un poco y re descubrir gustos y actividades de esparcimiento que no necesariamente conllevan un alto costo.
    Tenemos que ser más conscientes, en un país como México donde más de la mitad de la población vive en pobreza, casi cualquier cosa es un lujo pero no lo vemos porque nos han hecho creer que necesitamos tantas cosas para ser felices.
    Nadie necesita para ser feliz un teléfono inteligente de miles de pesos, un café de $80 pesos, una hamburguesa de 200 pesos o un vehículo de 300,000 pesos de hecho creo que seríamos más felicies (y sanos) si no consumieramos los artículos antes mencionados.
    En lo particular te comparto que trato de aprovechar todos los programas de lealtad que puedo, si buscamos un poco y modificamos ligeramente nuestros hábitos de consumo podemos sacar gran provecho de ellos, por ejemplo:
    1. Tengo una tarjeta de crédito que me da el 1% en efectivo por mis compras y pago TODO lo que puedo con ella y pienso utilizar lo que junte al fin de año para complementar mi aportación voluntaria para el retiro que por supuesto haré deducible en mi declaración anual.
    2. Aprovecho también un esquema de puntos en el pago de la gasolina y de igual forma pienso canjear los puntos por vales de gasolina antes de que termine el año.
    3. En las compras del supermercado trato de obtener un beneficio doble o incluso triple, primero cuando pago con vales de despensa por cada 200 pesos me abonan 10 pesos a un monedero, no parece mucho pero al cabo de dos o tres semanas te aseguro que junto más de 50 pesos; segundo, junto los tickets del mismo supermercado y los doy de alta en un sitio de internet que también me da puntos que puedo canjear por monederos electrónicos y participan otros establecimientos no solamente el supermercado; tercero, en todo supermercado siempre hay promociones y estoy atento a los productos que suelo consumir con regularidad y no sean perecederos y cuando vea una oportunidad en estos, la tomo y compro para suficiente para cubrir unos dos o tres meses y ya sea que me apliquen un descuento directo en el precio, me devuelvan un porcentaje al monedero o me den un cupon para aplicar en la siguiente compra con lo que hago que mis vales de despensa rindan más. Me gusta pensar (ya que no tengo un calculo estimado) que al menos de esta forma se suaviza el efecto de la inflación en este rubro. Para que esta estrategia funcione de manera óptima es muy importante no estar casado con las marcas (y en general aunque no se siga esta estrategia en particular), ya que es impresionante la diferencia en precio que puede haber entre una marca y otra por el mismo producto, (incluso de supermercado a supermercado tratandose de la misma marca) que muchas veces son procesados incluso por el mismo fabricante.

    Sé que no estoy descubriendo el santo grial de las compras pero me sorprende que muchisima gente no le interese ahorrar de esta forma.

    Saludos!

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