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Consejos para la planeación financiera y elaboración del presupuesto familiar

Mauricio Priego 07/Abr/2014 5

Presupuesto familiarTodos tenemos diferentes formas de hacer las cosas, diferentes maneras de pensar, y las finanzas no son la excepción. Es por ello que la planeación financiera del hogar y la administración de los recursos comunes son fuente de conflicto de quienes habitan juntos, independientemente si se trata de una pareja, de una familia, de un grupo de amigos o más aún de desconocidos que decidieron compartir la renta. Para tener paz y poder disfrutar de la vida es necesario que haya armonía en el hogar y por ello quisiera hoy aportar a ése objetivo mi granito de arena, platicando con ustedes no sólo de las bases  para hacer un presupuesto sino de algunas ideas para que el dinero y su aprovechamiento no sea fuente de discusiones entre ustedes.




Antes de empezar a planear y presupuestar

La armonía en el hogar no se puede alcanzar doblegando la voluntad de los demás, sacrificando los sueños de los miembros de la familia, tomando los ingresos de sus integrantes como tributo o considerando al dinero como el único recurso de valor.

En base a lo anterior, cuando la pareja o quienes habiten bajo el mismo techo se sienten a platicar sobre las finanzas domésticas, antes que lápiz, papel y calculadora (u hoja de cálculo para las generaciones modernas) es necesario que lleven con ustedes

  • Voluntad para dialogar y llegar a acuerdos comunes;
  • Comprensión de que la(s) otra(s) persona(s) tiene sueños y metas tan justos y válidos como los propios;
  • Respeto ante las diferencias y compromiso para los acuerdos;
  • Un espíritu de solidaridad, colaboración, confianza y ayuda mutua enfocado en el bien común;
  • Y lo más importante, el motivo de porqué viven juntos: el amor, la amistad, el cariño que hay entre ustedes es el único verdadero recurso de la familia, lo que convierte una casa en un hogar, por lo que es valioso mantenerlo en todo momento como una fuente de inspiración interna que les ayude a tomar las decisiones correctas.

Para complementar estos puntos existen cuatro premisas cuya comprensión son la base de una gestión financiera doméstica sana y armoniosa:

I. Al vivir dos o más personas juntas mantienen sus necesidades y sueños personales, requiriendo de recursos para cubrirlas y llevarlos a cabo.

II. El vivir juntos conlleva un esfuerzo común para el mantenimiento y la continuidad de los servicios del hogar, así como para mantener la integración y relación entre sus miembros brindándoles oportunidades de desarrollo y esparcimiento.

III. Para aportar recursos a las finanzas del hogar no hace falta tener un ingreso.

IV. Vivir el principio de subsidiaridad, es decir, que quien tiene mayores recursos a su disposición apoya a quien menos tiene en un espíritu de solidaridad.

Pueden leer más sobre estas premisas y sus fundamentos en Bases para realizar una planeación financiera sana y solidaria en el hogar.

La planeación (planeamiento) financiera del hogar

1. Elaboren una lista con las necesidades que se necesitan cubrir sin pensar en lo que cuesta ni de dónde saldrá el dinero para pagarlo, dividiéndolas de la siguiente manera:

  • Servicios Comunes, como son electricidad, agua, Internet, limpieza, seguridad, lavandería, jardinería o atención a las mascotas;
  • Insumos Comunes, como son alimentos, productos de limpieza, productos de cuidado personal, focos, insecticidas, o aromatizantes;
  • Necesidades Básicas, como es el vestido, la educación, la salud, el deporte, el desarrollo cultural o el esparcimiento;
  • Adquisición y Mantenimiento de Bienes Comunes, como es la casa o departamento, el auto familiar, muebles, electrodomésticos, equipos electrónicos, portátiles y de cómputo;
  • Objetivos Comunes, como es la elaboración de un fondo de emergencias, el ahorro, los estudios universitarios de los hijos o un retiro digno de la pareja alcanzada la vejez.

2. Al tiempo que se realiza la lista anterior, cada uno de ustedes vaya llevando una lista análoga pero de necesidades propias, tanto como las que de origen así se identifiquen (quizá sueñes con tomar un curso de buceo), como aquellas que por consenso no se consideren comunes pero sí sean importantes para la persona (como podría ser adquirir un teléfono inteligente de última generación).

3. Elaboren otra lista con los recursos de los que dispone cada miembro de la familia. Este punto es muy delicado porque nuestra cultura tiende a limitar el concepto «recursos» únicamente al dinero… el que por cierto es el menos valioso de todos los recursos de los que ustedes disponen. Y esa limitación hace que se considere que sólo las personas adultas en edad productiva tienen recursos que aportar. ¿Y qué otros recursos hay?

  • Experiencia y Conocimiento;
  • Fuerza Física y Habilidades;
  • Tiempo para atender necesidades del hogar;
  • Contactos y Conocidos;
  • Bienes propios que se pueden poner a disposición del bien común.

4. Hagan un cruce entre las necesidades existentes y los recursos de los que disponen. Por ejemplo, los niños pueden ayudar en la necesidad de tener la casa y la ropa limpias aportando sus recursos de tiempo y fuerza física, el abuelo puede sentarse a estudiar con sus nietos aportando sus conocimientos y tiempo libre, las rondas entre vecinos para llevar y recoger a los hijos de la escuela es un ejemplo de cómo los contactos se convierten en un recurso, ¡y aún el perro puede aportar sus habilidades (instinto), fuerza física y tiempo para cubrir la necesidad de protección del hogar!

Entre más necesidades puedan cubrir con recursos propios, menos necesitarán de contratar a terceros o de adquirir productos que pueden elaborar ustedes mismos (por ej. ropa o bisutería), con lo que reducirán la necesidad de consumir el limitado y esquivo recurso llamado dinero.

Elaborando el presupuesto del hogar

1. Tomen todas aquellas necesidades que no pudieron ser cubiertas por ustedes mismos y concéntrenlas en una nueva lista, indicando su periodicidad, prioridad y el plazo del que disponen para cubrirlas. Por ejemplo, la renta de la casa usualmente es de alta prioridad, mensual y se tiene un muy corto plazo para cubrirla; las inscripciones a la escuela son también de alta prioridad, pero anuales y se tiene un mediano plazo para cubrirlas.

2. De la lista, separen las necesidades comunes de baja prioridad y corto plazo así como las particulares de los miembros de la familia que no sean consideradas como prioritarias. Esto para enfocarse en lo importante a la hora de distribuir el dinero…

3. Es momento de meter a colación el dinero. Establezcan lo que cuesta cubrir cada una de las necesidades que quedaron de la lista y valoricen cuánto se necesita para cubrirlas. Se facilita mucho el proceso si establecen el monto a cubrir en base a un período estándar de pago. Por ejemplo: si a los miembros de la familia les pagan cada 15 días y el pago de la luz es bimestral, entonces dividan lo que normalmente pagan por ése servicio entre las 4 quincenas que hay en esos dos meses para establecer cuánto se requiere separar cada quincena.

4. Sumen cuánto perciben entre todos en el período estándar de pago determinado en el punto anterior. Si la cantidad que se requiere para cubrir las necesidades es mayor al 80% de todo lo que perciben, separen necesidades de la lista por orden de prioridad (menor a mayor) o de plazo (mayor a menor) hasta que el costo de las necesidades que queden logre ajustarse a lo sumo a ese 80%. La cantidad resultante de este ejercicio es el monto presupuestado para los gastos del hogar.

NOTA: Es su decisión incrementar ése porcentaje al 90% o hasta el tope del 100%. Sólo tengan en cuenta que por calidad de vida cada miembro de la familia debe poder disponer de dinero para gastos menores y pagarse gustos y diversiones, además de que sirve como un colchón financiero para situaciones de emergencia o no contempladas.

5. Determinen proporcionalmente a los ingresos de cada uno cuánto deben aportar para los gastos del hogar. Para ello dividan el monto presupuestado para los gastos del hogar (calculado en el punto anterior) entre el total de los ingresos que perciben, multiplicando el factor resultante por los ingresos de cada uno, lo cual determinará la cantidad que debe aportar en cada período de pago. Veamos un ejemplo:

Período de pago: Quincenal
Ingresos de Lucía: $10 mil, de Juan: $8 mil y de Paco: $5 mil; Total de ingresos percibidos: $23 mil
Monto presupuestado para los gatos del hogar: $18 mil
Factor de distribución de gastos: 18,000 / 23,000 = 0.7826
Por tanto, las aportaciones quincenales de cada uno de ellos al fondo común familiar son:

  • Lucía = 0.7826 x 10,000 = $7,826.00
  • Juan = 0.7826 x 8,000 = $6,260.80 = $6,261.00
  • Paco = 0.7826 x 5,000 = $3,913.00

NOTA: Principalmente hablando de objetivos (estudios universitarios de los hijos, un retiro digno, vacaciones familiares en el extranjero), entre mayor sea el tiempo en que los añadan al presupuesto, mejor. Esto para tener el mayor plazo posible para formar el fondo necesario para cubrir estos costos de manera que las aportaciones (monto ahorrado) sean lo más pequeñas posibles.

Administrando los recursos del hogar

Existen muchos estilos de administración del hogar, siendo los más representativos los siguientes:

  • Gestores independientes: Se distribuyen los pagos entre los miembros de la familia de manera que los cubran con el monto de sus aportaciones periódicas. Cada uno es responsable de realizar los pagos que les corresponde y de absorber cualquier diferencia que hubiese entre lo presupuestado y lo real a pagar.
  • Gestores colaborativos: Igual que en el caso anterior se distribuyen los gastos, pero en cada período de pago se reúnen para revisar las diferencias entre los presupuestado y lo real a pagar para realizar los ajustes que sean necesarios de la manera más equitativa posible.
  • Administrador general: En este escenario uno de los miembros del hogar es quien administra los recursos comunes, de manera que en cada período de aportación los demás miembros le entregan la parte que les corresponde y él se encarga de realizar todos los pagos.

De todo lo visto hasta el momento éste es el punto que mayormente es causa de conflictos: cuando el dinero no alcanza, cuando alguien no está de acuerdo con lo que se aporta o para lo que se destina el dinero, cuando existe tiranía en el hogar o cuando surge el «por qué yo no y tú sí», la comunicación, los acuerdos y las buenas intenciones sufren una dura prueba.

¿Qué podría recomendarse al respecto?

  • No caigan en el error de menospreciar al que menos dinero aporta, más bien den el justo valor a los servicios que brinda al hogar cubriendo necesidades comunes con sus otros recursos;
  • Otro error común a evitar es recriminarse mutuamente señalando cosas como «me la paso todo el día en la casa mientras tú te la pasas cómodamente en tu oficina» o «me la paso trabajando todo el día para que llegando a la casa me tope con esto». En vez de ello reconozcan el esfuerzo de cada uno;
  • Si hace falta dinero, restringir los gastos es sólo una solución temporal (llega el momento que no puedes apretarte más el cinturón). La solución de fondo es generar nuevos o mayores ingresos, para lo cual se requiere de creatividad, apoyo y colaboración mutua.
  • Antes de señalar al otro presionándole a ganar más dinero, haz tú mismo el esfuerzo hasta conseguirlo;
  • La honestidad y la coherencia ante uno mismo es crítica: si no apoyas en la casa y tampoco aportas los recursos de los que dispones, no tienes derecho a exigir y sí eres una carga para los demás. El que te des cuenta y actúes en consecuencia beneficiará a toda la familia… y a ti te permitirá crecer como persona;
  • Quienes no pueden colaborar directamente en la atención de las necesidades domésticas (niños muy pequeños, ancianos ya cansado, personas con enfermedades incapacitantes) lejos de ser una carga son inspiración para los demás, siendo sus principales recursos su sonrisa, su cariño y su presencia;
  • Para mantener las finanzas familiares sanas deben ser disciplinados y no gastar el dinero que no tienen abusando de préstamos y tarjetas de crédito;
  • Y lo más importante de todo:

Presenten un frente unido y solidario a las adversidades, apoyen al  miembro que más lo necesite, privilegien el diálogo y la comunicación abierta y respetuosa en todo momento. Háganlo y disfrutarán de armonía en su hogar.

¡Éxito!

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Este artículo fue publicado por primera vez en practifinanzas.com. Si tienes interés en compartirlo publicándolo en tu blog  o página web (reblogging), por favor sigue esta liga.

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5 Comentarios »

  1. Alan Acero 21/Nov/2014 en 7:09 pm - Responder

    ¡Hola Mauricio! espero pases una buena noche te deje una pregunta en el post de impuesto sobre retiros de debito…

    ¿Pero mi duda ahora es a donde tengo que ir para registrarme como persona fisica con actividad empresaria?

    ¿Puedo elegir el nombre de mi empresa ahi mismo?.

  2. monica 16/Jun/2014 en 12:21 pm - Responder

    Muy interesante y práctico.
    Gracias.

    • Mauricio Priego 17/Jun/2014 en 7:32 am - Responder

      Mónica, me alegra que te haya sido de utilidad.
      Éxito en tus proyectos 😉

  3. Manuel Pimentel 22/May/2014 en 6:05 pm - Responder

    Cada vez me sorprendes más Mauricio, primero gracias por el artículo para mí tiene mucho valor ya que veo que tu fin es brindar las herramientas para facilitar el lograr los objetivos de una persona, familia o sociedad englobando todos los aspectos para un bienestar integral. Como crítica constructiva sugiero que no se debe de perder el sentido principal que es lo antes mencionado ya que veo una gran curiosidad de tus seguidores por artículos que solo son herramientas para generar dinero de una manera más práctica y fácil. Les sugiero compartan sus sueños con sus seres queridos, trabajen por lograr alcanzarlos y busquen los caminos más fáciles. Buen día para todos, disfruten su familia!

    • Mauricio Priego 23/May/2014 en 9:43 am - Responder

      Manuel, gracias por tus palabras y por el valor que das a nuestro esfuerzo. El saber que te es útil es nuestra mejor recompensa 🙂

      Tienes razón: Muchas veces las personas perdemos el sentido y nos enfocamos en el dinero como un fin, cuando en realidad sólo es un recurso más. Da mayor resultado para alcanzar los sueños y los proyectos el apoyo, colaboración y acompañamiento de nuestros seres queridos.

      Recibe un fuerte abrazo 😉

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