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La Gestión del Riesgo: Pilar de toda estrategia financiera

Mauricio Priego 25/Mar/2013 6

Gestion del RiesgoNo estoy hablando de seguros. Y es que cuando escuchamos la palabra Riesgo lo primero que se nos viene a la cabeza es que nos piensan vender un seguro, cuando la realidad es que «La tolerancia al riesgo» es uno de los principales factores que definen el perfil de un inversionista, «Riesgos» es uno de los apartados que incluyen tanto los anteproyectos de investigación como los planes de negocios, y la «Gestión del Riesgo» es uno de los procesos clave que contemplan muchos de los modelos de gestión de calidad vigentes en la actualidad, como lo es COBIT (Gobierno de Tecnologías de Investigación), ISO (Gestión de la Calidad) o PMBOK (Gestión de Proyectos). Pero, ¿Por qué es tan importante el riesgo? ¿En qué nos afecta en realidad? Es más, ¿a qué nos referimos con riesgo?




Uno de los sentimientos al que nos enfrentamos tarde o temprano es la incertidumbre, es decir, el no poder saber con certeza que algo vaya o no a suceder. Esto se debe a que 

  • constantemente tomamos decisiones basados en supuestos de hechos futuros que el día de hoy no podemos garantizar, y a que
  • estamos inmersos en un mundo cambiante donde en cualquier momento un factor ajeno a nosotros y a nuestras decisiones puede afectarnos, llegando en ocasiones a influir radicalmente durante el resto de nuestra vida.

Algunos ejemplos rápidos:

  • Adquieres una deuda hoy (un coche  nuevo, tu casa, vacaciones, promoción a 12 meses sin intereses) pensando que tienes un ingreso que te permitirá realizar tus pagos… Pero no por adquirir tú la deuda tu patrón te garantiza que no te despedirá en el futuro, ni tampoco por atención a ello los clientes seguirán acudiendo a tu negocio.
  • Decides formar una familia, tener hijos, ¿pero acaso por ello tienes tu propia vida asegurada? ¿Por tener un hijo quedas libre de accidentes, enfermedades, de perder tu fuente de ingresos o de que se deteriore gravemente tu economía familiar?
  • Quizá tú seas una persona prudente y responsable al volante, ¿pero ello podría evitar que un conductor distraído, cansado o ebrio se impacte en tu auto estacionado?
  • Terremotos, huracanes, inundaciones, sequías, no ponen en riesgo únicamente a tu casa o automóvil a los cuales puedes comprarles un seguro. También afectan los precios de las materias primas, perjudican a tus clientes y proveedores… Tan sólo recordemos cómo la alerta sanitaria por la influenza AH1N1 provocó la caída de la entrada de turistas en nuestro país, o cómo el terremoto y tsunami de Japón provocó que no se cumplieran con tiempo la entrega de partes para equipos de cómputo y electrónica en el mundo entero. Y si tu negocio depende del surtimiento de esas partes, ¿qué puedes hacer si el fabricante no te las entrega? Por más que te comprendan tus clientes, terminarán buscando lo que necesitan en otra parte.

La Gestión del Riesgo

Con lo anterior vemos que la posibilidad de que factores fuera de tu control afecten negativamente tus planes y proyectos es una realidad que se tiene que aceptar y enfrentar. Pero no se trata de vivir con miedo contra lo que podría suceder, sino de que tengas un mecanismo que te permita

  • identificar esos riesgos,
  • eliminarlos cuando sea posible, y cuando no,
  • mitigar sus efectos al momento de volverse el evento realidad.

Una herramienta que puede servirte para alcanzar los puntos anteriores es un Plan para la Gestión del Riesgo, el cual no es más que un método que te permite evaluar los riesgos y sus efectos de forma objetiva, ayudándote en tu toma de decisiones y a trazar un plan de acción.

Identificando el Riesgo

El riesgo está conformado por los siguientes elementos:

  • El activo de valor en torno al cual evaluamos el riesgo. Éste no tiene por qué ser un objeto material necesariamente, sino todo aquello que nos de valor o que tenga un valor para nosotros.
  • La vulnerabilidad del activo de valor, es decir, aquellos puntos débiles que, de ser afectados, pueden dañarlo haciéndole perder  parte o todo su valor.
  • La probabilidad de que la vulnerabilidad sea explotada,
  • El costo de que esa vulnerabilidad sea explotada, con lo cual me refiero a que es necesario valorar lo que sucedería si el evento  se vuelva realidad.

De esta manera vemos que, para identificar un riesgo, es necesario

  1. determinar qué es lo que deseamos proteger del riesgo,
  2. identificar los eventos que podrían explotar sus vulnerabilidades,
  3. determinar la probabilidad de que esos eventos ocurran
  4. valorar lo que significaría lo que esos eventos ocurran.

Definiendo el Plan para la Gestión del Riesgo

Como decía anteriormente, no podemos vivir con miedo de lo que podría suceder; por lo que la primera cosa que hay que hacer es determinar en qué vale la pena que nos preocupemos y en qué no. Para ello puede ser útil la siguiente tabla:

Tabla Gestión de Riesgo

Tabla para la evaluación del Riesgo

La interpretación de la tabla es que mientras un riesgo que tenga un costo bajo y una baja probabilidad realmente no tendría por qué quitarnos el sueño, otro con un costo alto y una probabilidad alta merece toda nuestra atención.

¿Y qué debemos hacer para definir el Plan de Gestión de Riesgos?

  1. Evaluar con la tabla anterior que el riesgo efectivamente merece nuestra atención. 
  2. Definir si es posible eliminar el riesgo, y de ser así, determinar cómo hacerlo y llevarlo a la práctica. Esto lo realizas a partir de analizar las vulnerabilidades del activo.
  3. Identificar estrategias para mitigar los efectos de que el riesgo se haga realidad, lo cual lo realizas, nuevamente, a partir del análisis de las vulnerabilidades del activo.
  4. Informar a los involucrados en las estrategias anteriores de lo que deben hacer para ejecutar en su momento el Plan de Gestión de Riesgos.

Para terminar veamos un ejemplo:

Planeas comprarte un automóvil, para lo cual piensas sacar un crédito a 24 meses. Ya revisaste tu presupuesto y consideras que puedes absorber las mensualidades. Puedes adquirir el seguro del auto a través de la empresa para la cual trabajas, por lo que el pago de las primas del seguro tampoco debiera ser un problema.

Activo de valor: Tu flujo de efectivo, es decir, tu capacidad de cubrir con tus ingresos tus necesidades, gastos y deudas, incluida la del auto.

Vulnerabilidad: Reducción de tus ingresos. Motivos posibles: Pérdida del trabajo.

Probabilidad: Supongamos que eres un empleado cumplido y eficiente, leal a la empresa… Pero no por ello diremos que la probabilidad sea baja. ¿Qué tan bien cimentada está la empresa? ¿Qué tanto puede enfrentar la caída de ventas producto de una crisis financiera por ejemplo? Para efectos del ejemplo consideremos que la probabilidad sea MEDIA.

Costo: De perder tu empleo pierdes tus ingresos, con lo cual afectas directamente a tu flujo de efectivo (el cual definimos como activo de valor). Por tanto tu costo es ALTO.

Evaluación: Al ser una probabilidad media y un costo alto, es recomendable gestionar este riesgo.

Plan de Gestión del riesgo:

a) ¿Es posible eliminar el riesgo? Es decir, ¿hay manera de garantizar que en los próximos 24 meses no perderás tu empleo? La respuesta cruda y honesta es NO.

b) Entonces, ¿Cómo puede mitigarse el riesgo? Veamos…

  1. Lo que afecta el riesgo es a tu flujo de efectivo, por lo que si diversificas tus ingresos, reducirías el riesgo de depender de un único empleo.
  2. Otra opción es identificar aquellas actividades que podrías hacer para generar en su momento un ingreso emergente (dar clases, dar servicio de transporte con tu camioneta)
  3. Por otro lado, también podrías mitigar el efecto de la pérdida de ingresos reduciendo tus egresos, ¿cómo? Una posible solución sería contratar un seguro por desempleo que cubra las mensualidades del automóvil de manera que no tuvieras que preocuparte por él en caso de perder tu fuente de ingresos.

d) Informar a los involucrados: Supongamos que el crédito incluye un seguro de vida para cubrir el remanente que tuvieses al momento de llegar a faltar. En ese caso debes informar a tus beneficiarios para que, de darse el caso, reclamen al seguro el saldo de la deuda.

El tema de Gestión de Riesgos es muy amplio. Si bien lo circunscribí a su implementación en la economía familiar, confío que lo aquí expuesto sea suficiente para que puedas evaluar los riesgos que amenazan la salud de tus finanzas personales, así como para diseñar un plan de acción que te permita, si no eliminarlos, cuando menos mitigarlos. Cualquier duda, con gusto platicamos.

¡Éxito!

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6 Comentarios »

  1. Adriano 03/Abr/2013 en 4:29 am - Responder

    Mau,

    Saludos buen tema, que muchas veces se da por entendido pero que no se alcanza a comprender hasta que realmente suceden las cosas. Analizar y comprender los riesgos requiere de una experiencia y una asesoría importante y desgraciadamente muchas personas creemos estar preparados cuando realmente es mucho lo que desconocemos.

    Ahora yo no había visto una tabla de riesgos que se midieran de acuerdo a la probabilidad y los costos. Mas bien lo que yo he visto es el riesgo se mide en función de la severidad y la probabilidad, pues los costos están indirectamente asociados a un incidente

    Creo que la lógica en esto es que a pesar que uno puede «estimar» los costo, el costo real solo se sabrá cuando ocurra por lo cual no es cuantificable con antelacion.

    Saludos

    Adriano

    • Mauricio Priego 03/Abr/2013 en 11:23 pm - Responder

      Adriano, como siempre tus comentarios son bienvenidos 😉

      Tu observación es correcta: Usualmente el riesgo se mide en cuanto a la severidad en la afectación y en la probabilidad de que se de el evento. Sin embargo, ¿cómo mides la severidad? Una manera de hacerlo – y la que en mi opinión es más sencilla para la mayoría de las personas – es a través del costo que consideras provocaría el que el evento sucediese. Y si bien tienes razón en que el costo real es muy difícil de estimar, es factible evaluar si el costo de la afectación sería bajo (podrías absorberlo ya sea con tus ingresos o parte de tus ahorros), si es medio (te consumiría buena parte de tus ahorros o te llevaría a adquirir una deuda que pudieras manejar) o alto (perderías tus ahorros, quizá tuvieras que vender parte de tu patrimonio o endeudarte más allá de tu capacidad de pago).

      Si en tu opinión hay otra manera sencilla y más certera de estimar la severidad, por favor coméntalo. Sería un muy valioso complemento al tema.

      Recibe un fuerte abrazo

      • Adriano 14/Abr/2013 en 12:21 pm - Responder

        Hola, Perdón por la tardanza en contestar,

        Creo que la severidad debe estar expresada en términos más amplios que el costo económico. Pues aparte de lo mencionado que el costo real no puede cuantificarse con antelación, un incidente puede generar otro tipo de afectaciones, pérdidas que no sean económicas. Un ejemplo es hablando de un trabajador común y corriente la pérdida de una extremidad, algún enfermedad incapacitante, la pérdida de reputación. En una empresa serían pérdidas al medio ambiente, pérdida de capacidad crediticia, fuga de talento, etc, etc..

        Ese tipo de riesgos también deben ser debidamente catalogados e identificados en la matriz de riesgos.

        Saludos

        Adriano

        • Mauricio Priego 15/Abr/2013 en 4:08 pm - Responder

          No te preocupes Adriano, lo importante – y que agradezco – es que nos compartas tus opiniones 😉

          Concuerdo con lo que planteas, y que hay afectaciones mucho más graves que las que son de índole económico. Sin embargo, no hay que perder de vista que el objetivo del artículo es poner al alcance del lector una manera sencilla y práctica de evaluar los riesgos que pudieran afectarle en su vida personal y familiar, y que si bien los factores psicológico, emocional o social son muy importantes, ya no es tan fácil medirlos de forma objetiva… mientras que el factor económico es algo que a todos nos queda claro.

          Sin embargo aceptaría gustoso si nos compartieras alguna matriz de riesgos sencilla de implementar que contase con esos otros factores y que pudiera ponerse a disposición de los lectores del blog. Estoy seguro que todos, empezando por mí propia persona, te estaríamos muy agradecidos.

          Recibe un fuerte abrazo.

  2. Francisco Mendez Palacios 26/Mar/2013 en 8:12 am - Responder

    Catalogo este artículo como bueno

    • Mauricio Priego 26/Mar/2013 en 9:01 am - Responder

      Francisco, gracias por tu apreciación.
      Éxito en tus proyectos 😉

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