fbpx

Secretos para identificar y aprovechar una buena promoción

Mauricio Priego 25/Oct/2012 2

El Buen Fin: Secretos para identificar y aprovechar una buena promoción¿Quién no ha escuchado que durante las promociones se inflan los precios para así engañar al cliente? ¿O que los artículos que se promocionan son aquellos que no se venden o que su calidad no es la adecuada? Si bien es cierto que las promociones esconden en ocasiones abusos y trampas por parte de comerciantes deshonestos, es un hecho que son parte de nuestra vida cotidiana siendo necesario tener alguna forma de evaluarlas. ¿Cómo identificar aquellas promociones que realmente nos convienen? ¿Cómo diferenciar las que representan una buena oportunidad de las que sólo buscan el provecho del comerciante? ¿Cómo sacarles el máximo provecho? Hoy platicaremos de algunos secretos para lograrlo.




1. No corras prisa

Los comercios y tiendas departamentales tienden a poner sus promociones en fechas semejantes cada año: ventas nocturnas poco antes del día de las madres, del padre o de navidad, así como el Black Friday (USA) y el Buen Fin (México) en noviembre, son ejemplos de cómo las “Grandes Promociones” son periódicas, lo cual te permite planear tus compras.

2. Identifica con antelación los productos que realmente necesitas adquirir

Evita ir a las promociones “a ver qué encuentras”. Cuando en verdad necesitas algo es porque el no tenerlo te afecta en el día a día, y no porque lo viste en el escaparate de una tienda. También es importante recalcar que no se trata de comprar algo porque viene la promoción: si piensas aprovechar la promoción es porque necesitas cubrir una necesidad con el menor costo posible.

3. Compara precios unas semanas antes de que empiece la promoción

El conocimiento es la primera arma contra el engaño y este caso no es la excepción. Ya sabiendo qué necesitas y conociendo aproximadamente cuándo será la siguiente “Gran Promoción”, acude a comercios y tiendas departamentales. Ten en cuenta que el día de la “Gran Promoción” seguramente habrá muchos clientes, y el vendedor no tendrá tiempo – ni paciencia – para atender tus dudas. Por ello, pregunta con antelación por los diferentes modelos de los productos que necesitas y anota sus precios. Al final tendrás una tabla comparativa donde podrás observar el precio del producto en las diferentes tiendas, identificando dónde es más caro y dónde es más barato. Pon alguna marca si el producto ya se encuentra en oferta, y si la oferta termina antes de la “Gran Promoción” regresa para conocer su precio real.

4. No sólo compares precios, compara el servicio en general

¿Te llevan el producto adquirido a tu casa? ¿El flete te lo cobran o lo absorbe el comercio? ¿Ellos gestionan la garantía o tienes que hacerlo tú directamente con el fabricante? ¿Tienen garantía de satisfacción, y en su caso te devuelven tu dinero? ¿Te dan el servicio de instalación? Todos estos puntos representan costos ocultos, los cuales pueden provocar que algo que compraste a un precio bajo termine costándote más por todo lo que tuviste que pagar para tenerlo bien instalado en tu casa.

5. No solo compares marcas, también compara modelos

Principalmente en electrónica, cómputo y electrodomésticos, un mismo producto de una misma marca presenta una gama de modelos dependiendo de las diferentes funciones que tiene el equipo: televisores que se conectan a Internet, equipos de sonido con conexión USB, lavadoras con sensores para determinar la carga de ropa… Usualmente, entre más funciones, el producto es más caro; pero también es cierto que si estás comprando un producto para disfrutarlo durante varios años, debes tomar tu decisión basándote en que realmente cubra tus necesidades a lo largo de esos años.

En esta etapa no olvides consultar en la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) sobre estudios que se hayan hecho relacionados con el producto que planeas adquirir. Puedes encontrar información muy valiosa y oportuna.

6. Define tu estrategia de compra

Usualmente los precios más bajos los encontrarás en el pago de contado de los productos, pero no siempre tienes el dinero para pagar de contado lo que necesitas. Por ello establece desde un principio cómo planeas pagar el producto:

  1. Pago de contado debido a que has estado ahorrando para comprar el producto
  2. Pago de contado autofinanciándote a través de tus ahorros (Para tener éxito en esta estrategia, te recomiendo el artículo El autofinanciamiento – Beneficios, Riesgos y Consejos para implementarlo)
  3. Pago de contado a través de un préstamo con un tercero – como puede ser la caja de ahorro de la empresa donde trabajas -, buscando combinar la oportunidad del precio bajo con un financiamiento de bajo costo
  4. Pago a través de tarjetas de crédito a meses sin intereses (Para tener éxito en esta estrategia, te recomiendo el artículo ¿Es conveniente comprar a plazos?)
  5. Pago a través de crédito comercial o bancario, para lo cual no olvides basarte en el Costo Anual Total (CAT) para identificar aquel que te ofrezca el menor costo de financiamiento.

En todos los casos de financiamiento, no olvides que debes evaluar tu presupuesto de forma que garantices que podrás hacer frente a los pagos manteniendo un sano flujo de efectivo.

7. Documéntate sobre las promociones ofrecidas durante la “Gran Promoción”

Muchos comercios y tiendas departamentales publican los descuentos y facilidades de pago durante la “Gran Promoción”. Agrega esta información a tu tabla comparativa, de forma que sabrás cuales son aquellos que en teoría te darán el precio más bajo aplicando el descuento al precio que previamente consultaste. Adicionalmente indica si tienen acceso a crédito, si se encuentra libre de intereses, y dividiendo el precio de oferta entre los meses en que se divide el pago, determina cuánto tendrías que pagar mensualmente.

8. A quien madruga, Dios lo ayuda

Un gran ejemplo de este refrán es el día de la “Gran Promoción”. Levántate temprano, y toma tu tabla comparativa. Tu objetivo: visitar los diferentes comercios para verificar los precios reales durante la promoción.

  1. Basándote en tu estrategia de compra ordena tu tabla comparativa de aquel que en teoría representa la mejor opción, al que representa la peor.
    1. Si buscas precio, del menor precio al mayor precio
    2. Si buscas financiamiento a meses sin intereses, de aquellos que tienen los pagos mensuales más pequeños a los que tienen los pagos más grandes
    3. Si vas a pagar intereses, del que tenga el CAT menor al que tenga el CAT mayor
  2. Si llegado a la tienda ves que cumple con la expectativa, adquiere tu producto… Si no, acude a la siguiente tienda, y así sucesivamente
  3. Es válido visitar tus mejores opciones antes de tomar tu última decisión, así como visitar alguna tienda que originalmente no consideraste al planear tu compra. Si en este último caso mejoran las condiciones de precio, servicio y financiamiento que tenías originalmente, no lo dudes y compra tu artículo.
  4. Lo que no es recomendable es que en último momento consideres una marca o modelos distintos, así como algún tipo de financiamiento que no habías considerado. Ya no tendrás tiempo de hacer comparativos y podrías lamentarte posteriormente de tomar una decisión precipitada.

9. No compres bajo presión ni tomes decisiones de forma apresurada

No olvides que en la planeación está el secreto del éxito a la hora de sacar el máximo provecho de las promociones. Por tanto, respira hondo y frena la presión de vendedores, hijos, cónyuges, padres, suegros, amigos… y de ti mismo.

10. Sé flexible en cuanto a los eventos, pero inflexible en el objetivo

Con esto me refiero a que es posible que el modelo que buscabas se agote, que ninguna tienda haya respetado en realidad las promociones, que la estrategia de pago que habías pensado no esté vigente en el momento. En todos estos casos evalúa las opciones que te quedan y la verdadera urgencia que tienes del producto antes de hacer alguna compra irreflexiva… Recuerda que tienes tu tabla comparativa, y con ella puedes seguir comparando precios después de que termine la “Gran Promoción”… Al fin y al cabo, existen casos en los que en poco tiempo después aparecen mejores oportunidades.

La paciencia y el conocimiento siempre te brindarán los mejores frutos.

¡Éxito!

¿Tienes otras estrategias que te han dado buen resultado? ¿Has tenido alguna experiencia que quisieras compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Déjanos tus comentarios, los cuales enriquecen a todos aquellos que lean este artículo.

Si te gustó este artículo y te pareció de utilidad, te invitamos a suscribirte sin costo para que recibas los próximos directamente en tu cuenta de correo. Estamos seguros que serán de tu interés. También te invitamos a dar clic en Me Gusta de Facebook y +1 de Google.

Artículos relacionados

2 Comentarios »

  1. Joan Lanzagorta 04/Nov/2012 en 6:00 pm - Responder

    Hola Mauricio, es difícil comprar en días de «oferta» porque, por lo general, las personas terminan comprando más de lo que planearon. Por regla general yo he dejado de ir a ventas nocturnas y promociones como «El Buen Fin» porque siempre me sucedía y terminaba comprando mucho más de lo que en verdad requería, para «aprovechar» esas ofertas.

    Me parece que la mejor forma de «defenderse» ante esto es simplemente saber de antemano qué es lo que uno necesita, no llevar tarjetas de crédito y dejar en la cuenta de cheques o ahorro únicamente el presupuesto que nos pusimos para poder comprar esas cosas que necesitamos, y usar sólo esa tarjeta de débito.

    Un abrazo,

    Joan

    • Mauricio Priego 05/Nov/2012 en 9:55 pm - Responder

      Joan, como tú mismo has señalado en el pasado, el mejorar nuestras finanzas personales pasa necesariamente por la disciplina: La disciplina de no gastar lo que no se tiene, de ahorrar, de apegarse a un presupuesto. La indisciplina financiera conduce inexorablemente a una crisis.

      Sin embargo, si sabes que tu determinación flaquea, las sugerencias que propones ayudan a la persona a no pasarse al no contar con un medio para pago… Y si lo que se quiere es pagar a meses sin intereses, también existe la posibilidad de asignar a tu tarjeta de crédito un límite personal (algunas lo permiten), de forma que no dejes más que el disponible que te permita comprar a crédito lo planeado.

      Saludos desde el Mayab

Deja un comentario »