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¿Por qué debiera ahorrar para el retiro?

Mauricio Priego 27/Feb/2012 7

Por qué debo ahorrar para el retiroEsta es una de las preguntas con las que más frecuentemente me he topado. Y también he observado que sin importar la respuesta, es bastante frecuente que las personas posterguen su decisión de ahorrar de forma voluntaria para su retiro hasta que lo ven cerca. Preguntando en diferentes medios y foros, encontré que la edad promedio en que las personas – cuando menos las latinas – empiezan a tomar en serio el tema de su fondo para el retiro es alrededor de los 40 años… y para entonces ya ha pasado la mitad de su vida productiva, por lo que el esfuerzo financiero para conseguir forjar un fondo razonable se incrementa de forma importante. Pero, ¿en verdad es importante pensar en ello si se tienen 20 años? ¿No acaso es responsabilidad del gobierno y las empresas otorgar una pensión a los empleados creándose para ello los Fondos para el Retiro (Afores)? Teniendo tantas cuentas que pagar, ¿por qué habría de estirar aún más mi dinero? Teniendo la vida por delante para montar un negocio o realizar proyectos, ¿por qué habría de desviar recursos al ahorro cuando en la vejez podría vivir de mis negocios o del rendimiento de mis inversiones? ¡La vida es hoy! Entonces, ¿por qué congelar dinero por muchos años para un mañana que quizá no llegue a ver?




1. Por qué empezar joven

El esfuerzo financiero se incrementa exponencialmente conforme cumples años. Me explico. Supongamos que una persona de 20 años, que planea retirarse a los 60, comienza a ahorrar $200 mensuales a una tasa de interés constante del 10% anual. Al final de su vida labora contaría con un fondo de $1,062,222.13

Pero, ¿que pasaría si empezara a ahorrar a una edad mayor? Veamos la siguiente tabla

Fondo para el retiro alcanzado según edad de inicio de ahorro

Como podemos ver la disminución del fondo decrece de forma muy importante conforme pasa el tiempo. Debido a ello, para alcanzar el mismo fondo empezando tan solo 10 años después (a los 30 años), necesitarías ahorrar $540 mensuales con el mismo 10% anual, o conseguir un rendimiento anual del 15.10% para alcanzar el mismo fondo ahorrando los $200 al mes. Es decir, tendrías prácticamente que triplicar tu ahorro o duplicar la tasa de rendimiento. Y ninguna de las dos es sencilla.

2. Tú eres el principal interesado en el nivel y calidad de vida que tengas en la vejez

Uno de los grandes logros sindicales de principios del siglo pasado fue el que se estableciera que, después de una larga vida laboral, los trabajadores tuvieran el derecho a recibir una pensión que les permitiera vivir dignamente su vejez. Sin pretender poner en entredicho la justicia social que hay detrás del sistema de pensiones, la realidad es que el sistema se definió cuando la esperanza de vida en los países industrializados era de 65 años, la población mundial era la cuarta parte de la actual, y la mayoría de esa población eran jóvenes. Hoy, gracias a la ciencia y a la medicina, la esperanza de vida rebasa los 75 años y cada vez un sector mayor de la población está llegando a la edad de retiro llegando a ser en muchos países más que la población joven, por lo que el sistema se tambalea, incrementándose la edad de jubilación cada vez y creándose programas de ahorro obligatorio para el retiro en muchos países (los Fondos para el Retiro).

Más allá de lo anterior – que por sí solo es suficiente para ponerse a pensar -, el nivel y calidad de vida que tengas en tu vejez será la suma de las decisiones que tomes durante tu vida. Y las decisiones son solamente tuyas. Aún el vivir bajo un régimen totalitario donde se hayan suprimido los derechos individuales es una decisión: sobran ejemplos de personas que se brincaban la cortina de hierro en el Berlín de los años de la guerra fría, o de balseros cubanos que tratan de llegar a Estados Unidos, para afirmar que es decisión de la persona someterse al régimen. Por lo tanto, si tu vejez es la suma de las decisiones que tomaste durante tu vida, el único responsable de tener un fondo para el retiro eres tú mismo. Adicionalmente, ¿crees que tu patrón, tu socio comercial o algún diputado o senador que ni siquiera te conoce está realmente preocupado por el nivel y calidad de vida que tengas en la vejez? Si existiese alguno, sería la excepción.

3. La tranquilidad de la vejez la conquistas a lo largo de tu vida 

Todos conocemos la fábula de la hormiga y la cigarra, donde esta última se la pasa de fiesta en fiesta en el verano mientras la hormiga trabaja. La historia concluye cuando llegado el invierno: al no tener reservas de comida como la hormiga, la cigarra se muere de hambre.

¿Sabes que es lo que me parece dramático? Que la historia refleja la vida de gran parte de la población pero con una diferencia: Como la hormiga únicamente conseguía lo suficiente para vivir al día, no podía almacenar alimentos para el invierno… ¡así que también fallece de hambre junto con la cigarra! Y al menos la cigarra se divirtió y disfrutó de la vida, pero la hormiga se la pasó trabajando de sol a sol.

Es una realidad que para muchos es difícil ahorrar, ya no digamos para el retiro, sino sólo por tener un colchón ante emergencias o para comprar algo de contado en vez de endeudarse con créditos. Pero el que sea difícil no elimina el hecho de que sea necesario… Tan solo piensa si quieres seguir viviendo al día cuando llegues a una edad en la que te sea muy difícil encontrar trabajo.

Pregúntate a ti mismo de forma honesta. Si el patrón me bajara mi sueldo, si lo perdiera y encontrase otro donde ganase menos,
¿me moriría de hambre? La respuesta, si es honesta, en todos los casos será no: siempre encontrarás la manera de salir adelante. Así que en cuanto te paguen separa un porcentaje para tu ahorro, o mejor aún, de ser posible que te lo descuenten vía nómina, realizando tu presupuesto de gastos como si no tuvieras ese dinero.

Puedes encontrar mayores consejos y estrategias para ahorrar en ¿Por qué cuesta tanto trabajo ahorrar?

4. Tu fondo para el retiro es parte de tu patrimonio

Conforme avanzas en la formación de tu fondo para el retiro, pudieses verte tentado de utilizar ese dinero para poner un negocio. ¿Para qué dejarlo ahí asentado? Adicionalmente, existen muchos autores que hablan de que el dinero crece sólo si se está moviendo, por lo que desaconsejan meterlo en plazos o inversiones excesivamente largas… y 40 años queda claro que es largo.

Pero vamos por partes. Nadie dice que dejes el dinero «asentado» a la espera de tu retiro. No se trata de que lo dejes bajo el colchón o en una cuenta de ahorro que ni siquiera te proteja de la pérdida de poder adquisitivo que sufre tu dinero por la inflación. La idea es que tu fondo para el retiro lo inviertas en inversiones de tipo patrimonial, es decir, con un riesgo moderado y con un horizonte de inversión de largo plazo, de forma que te dé rendimientos con varios puntos por encima de la inflación.

La mejor noticia es que para ello no necesitas ser experto en finanzas. Existen diferentes instrumentos de inversión sencillos de manejar que te pueden dar buenos rendimientos como son Fondos de Inversión, Aportaciones voluntarias al Sistema de Ahorro para el Retiro, Planes Personales para el Retiro y Seguros Dotales. Lo importante con cualquiera de ellos es que les des seguimiento (recuerda que la responsabilidad es tuya), te asesores con una persona honesta y con experiencia, adquieras tu propia experiencia y conocimiento, y no los desvíes para otros fines.

En lo personal considero conveniente mantener separado tu fondo para el retiro de tus demás proyectos e inversiones. No dudo que consideres que el proyecto sea muy bueno o que el negocio será un éxito, pero si en algún punto del camino algo sale mal, al final no tendrás tiempo para construir un nuevo fondo.

5. Prepararte para el futuro no significa dejar de vivir el presente

Conozco a algunas personas que no es que no pudieran ahorrar para su futuro, sino que no quieren. Su argumento es que al llegar a la vejez ya no tendrán la fuerza ni la habilidad física para realizar muchas actividades las cuales sí pueden realizar hoy. Y que si se mueren en el camino, ése dinero lo disfrutaría al final alguien que no trabajó por él (sus beneficiarios). Si bien es cierto que en la vejez todos veremos disminuidas nuestras capacidades físicas, también lo es que posiblemente sobrevivamos varios años antes de que Dios nos llame a su presencia. Y si bien es muy posible que una persona de 80 años no pueda bajar en rápel un acantilado, eso no significa que no pueda disfrutar de una puesta de sol a la orilla de la playa, de visitar alguna ciudad que siempre había querido conocer, o simplemente poder disfrutar de sus nietos sin tener que estar preocupado de que sus hijos paguen a tiempo la luz… o peor aún, en los pendientes que tiene en el trabajo, que de no terminarlos, podrían despedirlo y ¿dónde lo contratarían a esa edad?

Pero una aclaración: no estoy diciendo que no te vayas al acantilado y lo desciendas en rápel si eso es lo que quieres. Solamente digo que separes un porcentaje de tus ingresos para tu retiro. Es una gota que al caer constantemente llenará el tonel de tu tranquilidad financiera durante tu vejez. El resto de tu dinero, úsalo y disfrútalo con responsabilidad.

Y sobre que lo disfruten aquellos que no lo trabajaron… Personalmente considero que el Altruismo, la Caridad y la Generosidad son virtudes que invariablemente debieran estar incluidas en tu plan financiero, siendo las que imprimen humanidad a un mundo tan frío y metalizado como es el del dinero.

6. La vejez lleva consigo muchas sorpresas.

Mi padre, al decidir jubilarse, se topó conque el Seguro Social sólo le reconocía la mitad de sus semanas cotizadas, por lo que empezó un trámite muy largo para que le reconocieran el tiempo que trabajó en diferentes estados del país con diferentes constructoras. Durante ése tiempo sólo le pagaban la mitad de la pensión que realmente merecía. Al final, falleció antes de que le hicieran justicia, y su viuda, con dos menores de edad, se topó con una pensión de viudez igualmente reducida.

Para complicar la situación mi padre nunca tuvo el hábito del ahorro, por lo que no tuvo un colchón con qué mantenerse durante los trámites, y al irse antes de tiempo, no pudo dejar a su esposa e hijos una base que les ayudara a salir más pronto adelante.

Recuerda: en los pleitos y trámites, no gana el que tiene la razón, sino el que puede aguantar el tiempo que dura el litigio. Así que el no tener dinero, reduce y mucho tu capacidad de negociación.

7. Nunca es tarde para empezar

Sin importar tu edad actual, si aún no ahorras para tu retiro, comienza a hacerlo. Los beneficios son muy grandes como has podido ver, y por más pequeño que sea el fondo que logres reunir, siempre será mejor que no tener nada. Recomendaciones para este caso en particular, Fondos de Deuda de bajo riesgo, CETES, Fondos de Renta  Fija y quizá pagarés bancarios.

¿Cuánto conviene separar para el retiro y en qué invertirlo?

Muchos autores indican que, para mantener tu nivel y estilo de vida de tu época labora, debes resguardar para el retiro un 10% de tus ingresos. En lo personal se me hace muy agresivo, por lo menos para quienes vivimos de nuestro trabajo. Por ello te recomendaría tener como objetivo cuando menos el 5%, lo cual significa que no importa si sólo puedes destinar un porcentaje más pequeño. Así sean $20, $50 o $100 quincenales ya es un logro. Ya estás trabajando en tu ahorro para el retiro. Sólo procura incrementarlo cada vez que recibas un incremento de tus ingresos, haciendo un esfuerzo sincero para subir el porcentaje buscando llegar al objetivo del 5%. Y claro, si el porcentaje es aún mayor, mejor.

¿Dónde invertirlo? Como ya decíamos hay muchas opciones que puedes utilizar sin necesidad de ser un experto en finanzas: Fondos de InversiónAportaciones voluntarias al Sistema de Ahorro para el RetiroPlanes Personales para el Retiro y Seguros Dotales.

Si estás empezando, no tienes un asesor financiero que sea realmente de tu confianza y tu capacidad de ahorro aún es pequeña, la mejor opción es sin duda las Aportaciones Voluntarias a tu AFORE, las cuales las puedes hacer depositando directamente en el banco que administra tu AFORE. (Si no sabes en qué AFORE estás, en esta liga puedes averiguarlo).

Conclusión

Quisiera terminar aclarando que no considero que tenga nada de malo trabajar durante la tercera edad. Es más, orgullosamente puedo afirmar que mi madre, de 70 años, se desempeña con eficiencia y profesionalismo en su puesto laboral. Sólo que no es lo mismo trabajar porque disfrutas hacerlo, que trabajar porque no tienes otra opción. Cuando somos jóvenes buscamos la independencia de nuestros padres y para ello empezamos a buscar trabajo… La idea es que cuando seamos mayores podamos mantener esa independencia financiera… en lugar de depender de los hijos, del bienestar social, o de la caridad.

¿Has tenido alguna experiencia que quisieras compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Déjanos tus comentarios, los cuales enriquecen a todos aquellos que lean este artículo.

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7 Comentarios »

  1. Luis 13/Jun/2017 en 11:44 am - Responder

    Buen día
    Si comienzo a realizar aportaciones voluntarias, se entiende que estaría optando por pensionarme bajo la Ley vigente a partir del 1997?
    O aún tendría la opición de elegir bajo qué régimen?

    Gracias

  2. polo antonio hernandez melendez 29/Ene/2014 en 10:23 am - Responder

    Bueno a mi me a interezado invertir en un seguro dotal en un banco chino muy reconocido, mi pregunta es que tan seguro es que realmente, me pagaran mi seguro a los 10,o 2o anios ,y que no se lo ban a clabar.?.,

    • Mauricio Priego 31/Ene/2014 en 8:20 pm - Responder

      Polo, buenas noches.

      El seguro dotal se encuentra respaldado por la AMIS (Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas), que es quien te garantiza que llegado el momento la aseguradora cumpla con lo contratado. Por ese lado no creo que tengas de qué preocuparte mas allá de confirmar, si gustas, el registro del contrato del seguro que te están ofreciendo en particular.

      Ahora bien, en lo personal considero ese tipo de seguros bastante caros (tu aportación a la inversión más el pago de la prima del seguro) además de cerrados (no está en tus manos seleccionar en qué tipo de instrumentos invertir).

      Existen otros instrumentos que te dan muy buenos rendimientos, donde tienes la flexibilidad de escoger entre portafolios de inversión de diferente naturaleza, con aportaciones mensuales comparativamente más bajas que el promedio de las primas de los seguros dotales, y además deducibles de impuestos.

      Si gustas puedo enviarte información de un instrumento de este tipo en el que invierto 😉

      ¡Éxito!

      • polo antonio hernandez melendez 01/Feb/2014 en 9:38 am - Responder

        Si te lo agradeseria mucho, ahunque por el momento estoy suspendido de actividades en hacienda, y vendo mis ivas, si te agradeceria la informacion, ya que no siempre se puede invertir y ahora creo que si puedo hacerlo.

  3. Oscar Sandoval Torres 25/Abr/2012 en 1:50 am - Responder

    Muchas gracias por el post, es bastante informativo, sin embargo tengo una duda que probablemente sea tonta.

    Hace un par de meses comencé a laborar y cotizar bajo el régimen de Persona Física con Actividad Empresarial y Profesional, es decir, trabajo para algunas universidades y cobro emitiendo recibos de honorarios. Hace seis años trabajé para la Secretaría de Educación Federalizada del Estado de Chiapas, pero sólo trabajé ahí siete meses y desconozco si entonces fui dado de alta en algún sistema de ahorro para el retiro.

    Ahora tengo 28 años y es importante ahorrar para el futuro, pero ¿Cómo puedo darme de alta en un AFORE? o ¿Qué sistema de ahorro sería el mas recomendable?

    Gracias de antemano por las respuestas.

    • Mauricio Priego 25/Abr/2012 en 9:12 am - Responder

      Oscar, gracias por tu confianza.

      Recuerda siempre que ninguna pregunta es tonta: el que pregunta quiere saber 😉

      Para saber si estás dado de alta en alguna afore es muy sencillo:

      a) Entra a la página de la CONSAR donde existe una opción para conocer tu AFORE:
      http://www.consar.gob.mx/en_que_afore_estoy/consulta.shtml

      b) Selecciona si es del IMSS o del ISSSTE (El instituto en el que te dieron de alta para tu atención médica)

      c) Al cambiar de ventana, captura tu CURP y la dirección de correo a donde deseas se te envíe la información

      d) Haz clic en el botón «Consulta» y en cuestión de minutos tienes la respuesta en tu buzón de correo.

      Si ya estás dado de alta, únicamente acércate a tu AFORE y coméntales que quieres realizar aportaciones voluntarias. De no estar dado de alta y ser actualmente trabajador independiente, existe la posibilidad de registrarte, precisamente, como trabajador independiente. Nuevamente sólo requieres acercarte a la AFORE de tu preferencia para ello.

      Finalmente, sobre qué AFORE es más recomendable, te recomiendo seguir esta liga para revisar una Infografía precisamente sobre las AFORES, donde podrás ver cuáles dan los mejores rendimientos para tu rango de edad.

      En base a los datos, si nos basamos en Solidez, Confianza, Asesoría, Atención al cliente y Rendimientos, tus mejores opciones serían ING, BANAMEX o BANCOMER, todas con rendimientos por encima del 11% neto anual.

      La decisión es tuya… y si algo no te gusta, recuerda que puedes cambiar de AFORE una vez que hubiese pasado un año.

      Espero que la información te sea de utilidad.

      Éxito en tus proyectos.

  4. Garessi03 27/Feb/2012 en 11:19 am - Responder

    Tiene usted toda la razón, estimado Ing. Priego, bién dice el refrán… «muy contento estaba el calvo, cuando una cana le salió». Esto va a colación de los pocos o muchos ahorros que se hayan intentado durante tu vida existencial, lo importante es EL HABER CREADO EL HABITO DEL AHORRO EN TU SENDERO RECORRIDO, ya que te acompañará por siempre, hasta tu último aliento, brindándote la satisfacción inmensa de saber que sigues siendo útil a tí mismo, de no tener que depender de un tercero y/o, peor aún, el convertirte conscientemente en una carga onerosa para ese tercero, trátese éste de quien se trate.

    Quisiera agregar algo más, que al continuar laborando a los 70 años, ya que curiosamente usted mencionó esa edad y, es cronologicamente la mía, he aprendido a ‘querer’ mi trabajo, a pesar de que es 180° diferente a mi formación profesional. Pero repito, he aprendido a quererlo, a respetarlo por el valor que tiene en si, sobre todo porque me dá la oportunidad de seguir ejercitando los beneficios que, mi organismo en general me sigue brindando AÚN A MIS SETENTA AÑOS DE EDAD. AÚN ME SIENTO ÚTIL Y PRODUCTIVA Y, ESO SR. PRIEGO, ES UN GARBANZO DE A LIBRA!.

    Gracias una vez más por hacer, con sus comentarios, que mi máquina funcione.

    Garessi03

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