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Tips para usar tu Tarjeta de Crédito sin endeudarte

Mauricio Priego 07/Sep/2011 1

Hace poco un amigo se me acercó para compartir conmigo un momento de felicidad: Acababa de saldar y cancelar su tarjeta de crédito y la había hecho añicos. Mientras los depositaba ceremonialmente en el bote de basura, no pude evitar pensar que para mí la tarjeta de crédito, lejos de ser un cancerbero que me exprime hasta el último centavo coartando mi libertad, es una gran aliada con la cual he podido hasta generar algunos ingresos adicionales. ¿Dónde estribaba la diferencia? ¿Por qué para uno la tarjeta era fuente de pesares mientras para el otro lo era de oportunidades? Al fin y al cabo las tarjetas de crédito no son más que una herramienta de financiamiento, siendo las buenas o malas experiencias que se tenga con ellas el resultado de cómo son utilizadas.

En base a ello nace esta nueva serie dedicada a las tarjetas de crédito, donde primero veremos las bases para utilizarlas sin caer en el endeudamiento, posteriormente su uso avanzado, para que en vez de que le pagues intereses seas tú quienes los cobre, y finalmente, para aquellos que han sucumbido al endeudamiento, algunos consejos para saldarla, estando ya en tus manos si la cancelas en un arranque de júbilo, o si la conviertes en tu aliada.

Parte I. Usando la Tarjeta de Crédito sin endeudarte




Una tarjeta de crédito es una identificación que permite a un banco o comercio reconocer a un cliente al cual le ha sido asignada una línea de crédito revolvente, es decir, que mientras tenga saldo disponible y mantenga sus pagos al día, podrá seguir usando su crédito para el pago de productos y servicios hasta que cualquiera de esos dos requisitos falle: se quede sin disponible o no realice los pagos oportunos. Y es ahí donde está la trampa. Como el banco acepta el pago de cantidades reducidas (el famoso mínimo a pagar, el cual ronda entre el 4% y el 10% del total de la deuda según el emisor de la tarjeta), el cliente puede seguir endeudándose con la ilusión de que, mientras pueda pagar el mínimo, tiene el crédito bajo control. ¡Nada más falso! El crédito se sale de control desde el momento en que el importe total al que asciende tu deuda no puede ser cubierto por tu flujo de efectivo, es decir, desde el momento que no puedas pagar el total de tu deuda al momento del corte por más que tengas holgura para cubrir el mínimo exigido por el banco o comercio.

Entonces, ¿la tarjeta de crédito no debe ser usada si no tienes el dinero para cubrir el pago? Así es. Sin embargo, para la mayoría de los tarjeta-habientes la lógica es al revés: usan la tarjeta porque no tienen el efectivo para cubrir el pago. Con esto es fácil entender porqué hay tantas personas ahogadas por los plásticos y porqué las tarjetas de crédito han sido en muchos casos satanizadas.

Ante lo anterior es posible que alguien pregunte “¿y qué hago si mi familia necesita comer y no tengo efectivo sino tan solo la tarjeta?”. La respuesta quizá sea dura: Usar tu tarjeta de crédito es el camino fácil para resolver una necesidad inmediata, pero no resuelve tu problema. Si el dinero no te alcanza sólo hay una solución real: generar nuevos ingresos. Sé que para la mayoría será más complejo y tardado generar ese nuevo ingreso que simplemente deslizar el plástico, pero si quieres tener finanzas personales y familiares sanas, y más aún, si sueñas con alcanzar tu libertad financiera, es imprescindible que adquieras la habilidad de generar nuevos ingresos.

Pero regresemos a las tarjetas de crédito y a cómo utilizarlas sin perder el control de ellas:

  • Ten máximo dos tarjetas de crédito bancarias y dos tarjetas comerciales. Tener más tarjetas incrementa exponencialmente el riesgo a perder el control de las mismas, a ser víctimas de fraudes electrónicos, o a que las cuentas sean clonadas.
  • El tener varias tarjetas, siempre que su número sea reducido, es recomendable para futuras referencias bancarias, comerciales y crediticias que pudieses requerir; además de darte acceso a una mayor gama de promociones y facilidades de pago.
  • Al seleccionar una tarjeta fíjate que tenga el menor CAT (Costo Anual Total) y las menores comisiones posibles. Hoy día es usual que, si usas de forma regular la tarjeta y te mantienes al día en tus pagos, no se te cobren comisiones ni anualidades, y aún te den puntos en programas de lealtad los cuales puedas posteriormente intercambiar por obsequios, utilizarlos para comprar en establecimientos comerciales y aún disponer de ellos en efectivo.
  • Para tus operaciones en Internet o por teléfono, y en general cuando tengas que dar los datos de tu tarjeta a un tercero (Vg. domiciliación de seguros), utiliza una tarjeta de crédito bancaria en la que puedas limitar a voluntad el disponible de la misma, manteniendo la cuenta con el menor disponible posible hasta el momento en que requieras realizar una compra, asignándole por Internet los recursos que necesites. Con esto reduces el impacto de una posible clonación de tu tarjeta, ya que el delincuente no tendrá disponible de crédito para realizar compras o pagos. (Estas cuentas existen aún que no en todos los bancos).
  • Lleva un presupuesto de tus ingresos y gastos, teniendo  siempre presente que el ingreso lo tienes hasta que recibes el dinero, mientras que la deuda la obtienes en cuanto adquieres el producto o servicio. Un camino directo al quebranto financiero es, precisamente, adquirir créditos hoy contemplando que podrán ser cubiertos por ingresos futuros que quizá nunca lleguen.
  • Cada vez que realices una compra separa el monto correspondiente en una cuenta aparte, posiblemente en una cuenta distribuidora. De esta manera tendrás el dinero disponible el día de pago.
  • Antes de comprar algo a plazos (meses sin intereses, cargos demorados, pagos fijos o congelados, cargo a la cuenta revolvente) revisa en tu presupuesto que cuentes con el flujo de efectivo suficiente para poder realizar los pagos durante toda la duración del plan de financiamiento, siempre procurando dejar un colchón para gastos imprevistos.
  • En cuanto realices la compra a plazos actualiza tu presupuesto con los nuevos pagos a realizar durante todo el período requerido para cubrir el adeudo.
  • Siempre realiza tus pagos de forma oportuna antes de la fecha límite indicada en el estado de cuenta.
  • Procura pagar el total del capital al momento del corte para así no pagar intereses. Este total aparece en los estados de cuenta como “Pago para no generar intereses”
  • De no poder pagar el total, procura pagar siempre más de lo que se indique como mínimo a pagar.
  • El no poder pagar el monto del Pago para no generar intereses es una alerta importante para tus finanzas. En estos casos
    • limita o suspende el uso de tu tarjeta de crédito,
    • determina el número de pagos que requieres para cubrir el saldo y actualiza con ellos tu presupuesto de gastos
    • da prioridad en tu presupuesto a saldar tu tarjeta sobre otros gastos
  • Evita utilizar las tarjetas de crédito como medio de financiamiento de emergencia dejándolas siempre como última opción. Dependiendo del problema, es preferible buscar apoyo o autofinanciarte a través de tus ahorros (es buena idea tener un fondo de reserva para emergencias).

Siguiendo estas sugerencias tendrás un uso eficiente de tus tarjetas de crédito evitando caer en un círculo vicioso de endeudamiento, pero como decíamos al principio, es posible llegar a tener rendimientos y aún ingresos a través de su uso. Sin embargo, para ello se requiere mayor conocimiento de su funcionamiento y tú mismo requieres ser disciplinado y metódico. En la siguiente entrega de esta serie hablaremos sobre estos dos puntos.

¡Éxito!

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Un Comentario »

  1. lilia medina 12/Ago/2014 en 9:19 pm - Responder

    me parecen muy nutritivos e interesantes los articulos que publican. felicitaciones

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